mientras alguien nos intentaba meter el miedo en el cuerpo por la posible invasión de los marcianos rusos, en Ucrania, sin haber corroborado las informaciones veraces por ambos bandos, ni si sería verdad el comienzo de una guerra mundial sin consecuencias obvias...; ahora viene Biden intentando invadir a los fabricantes de coches para que dispongan de vehículos nuevos con tecnología capaz de captar si el conductor está para conducir o, si por contrario, está ebrio o enfermo. Un dispositivo extraterrestre porque no saben cómo se puede diseñar un método de comprobación del estado de un individuo dentro de su coche, ni si ha bebido. Lo mejor sería meter una enfermera, de origen, para testear al conductor su estado de salud. Una forma de cargar sobre los vehículos, lo que no están dispuestos a pagar las aseguradoras.
Es bastante claro que lo que pretende el gobierno de Biden es evitar, reducir las muertes, los choques por los casos expuestos u otros... con todos los inconvenientes que arrastrarían esos sistemas y el encarecimiento de los mismos. Todo para prevenir que un conductor no se mate o mate a otros... mientras intentan montar una tercera guerra mundial donde, se supone, no debería morir nadie. Según las previsiones del gobierno de Biden. Las balas deberían ser: en formato de pastelitos, y con sabor a nata.
Al igual que la edad debe determinar si un conductor está o no capacitado para conducir... Para los puestos de presidentes debería ser igual. No se puede tener a un viejo baboso, enfermo y pederasta, ocupando la Casa Blanca y el Despacho Oval. No. No se puede ni se debería. Pero eso solo acontece en la Casa Blanca y en el Pentágono. Tanto loco reunido en un solo edificio morisco..., no puede ser bueno para las ideas. A lo mejor para vender preservativos, compresas, dius, colchones y somiers sí se vería más normal. Para controlar el mundo no está Biden, ni el grupito que le acompaña. Por que de ahí le viene la risa floja a Putin, viendo a la momia ir y venir y decir idioteces tantas..., como le dicen sus agentes secretos. Putin les trae locos y, más, con sus actos de retirada de la frontera ucraniana. ¡Para mear y no echar gota!
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