en el discurso semanal en el Vaticano, un hombre se atrevió a encararse al Papa: "Esta Iglesia no es como la quiere Dios". "Las mascarillas no son de la Iglesia de Dios".
Este hombre fue sacado del Templo por la Policía Local y por la guardia suiza mientras, Franc, seguía sin inmutarse con el discurso que le habían preparado desde la silla de Pedro. Ese lugar tenebroso de donde salen los cuerpos del Infierno que hay dentro. El Vaticano es lo más tenebroso, lo más infernal que existe en la Tierra. Creo que fue el trono al que obsequiaron los pedófilos curas, obispos, cardenales y los propios papas. Ahí es donde se esconde el maligno, con veneración de todas las religiones del mundo. Qué mejor esconderse en el propio corazón de la religión católica, judía, egipcia. Esta religión no representa a ningún mortal humano que vive en la Tierra. Tal vez represente a las primitivas entidades que se asentaron a orillas del Nilo, y que se les definieron como faraones. Pero gobernaron como reyes. Una obra maestra de color y estilo, de oro y joyas, para aplacar la ira de los ciudadanos. Una forma de presentarse como dioses y con todo el boato de que era neceser, para aborregar a los habitantes, a sus pies. Todavía nos sorprendemos cuando descubren alguna tumba cargada de preciosos ornamentos, tallas, y riquezas por doquier. Tenían que presentarse como dioses: con grandes reflejos de luz sobre los petos de oro, como si la luz naciera de su propio interior; y acompañados de surtidos colores en pestañas y cejas, para acomplejar a los ciudadanos paganos a los que tenían que explotar. Porque si lo realizado en Egipto no es explotación laboral, que baje Jehová y nos lo explique.
Total,
que el santurrón Papa Negro, se ha visto papuleado por uno de sus feligreses. Y de quien ha dicho lo siguiente:
"Hemos escuchado hace algunos minutos a una persona que gritaba, que chillaba, que tenía algún problema. No sé si físico, psíquico o espiritual pero es un hermano nuestro con un problema. Yo querría terminar rezando por él. Nuestro hermano que sufre, pobre. Gritaba porque sufre. Tiene alguna necesidad. No seamos sordos a la necesidad de este hermano. Recemos juntos a la Virgen por él".
Y, digo yo:
Esta es la prepotencia que suele surgir de las entrañas de un alma negra y de un argentino sin arrepentirse. Arrepiéntete de tus pecados, alma descarriada, porque si sufres en tu interior los efecto del cuadro que tienes en tu trasera... más te valiera arrancar toda la parez y arrojarla al mar. O destruir todo el Templo antes de que, el maligno, se apodere de tu alma. Según tus actos el maligno está muy presto a ocupar el lugar que has alimentado en ese cuerpo descompuesto. Habrá que rezar al Dios verdadero, para que saque de tí el mal que te aflije.
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