que Casado, ese del PP, se ha decantado por los socialistas. Pedirles el favor de abstenerse para que pueda gobernar en solitario el memo de Mañueco. Un muñeco al que han tenido que ir a resguardarle la presidenta de Madrid: Ayudo, el gallego: Feijoó, el propio Casado, Egea de los Caballeros Templarios... En fin, una caterva de compañeros de partido para arropar al candidato, por el Pp, en Castilla y León. Ahora resulta que todo aquello que se hizo para dorar la píldora a los castellanoleoneses para hacerles cambiar el sentido del voto, ahora, ─digo─, se refugian en el Psoe que ha tenido el mayor batacazo de su historia.
Y, encima, cuando recurre al Psoe, éste, le pide explicaciones de su decisión de pasarse del PP al Psoe. Claro, por una parte es normal que uno que ha ganado las elecciones en Castilla y León cuando decide pasarse a formar coalición con el enemigo y perdedores, a éstos, les suene raro y endiablado. Lo mismo habrán pensado los castellanoleoneses cuando se hayan enterado del despropósito y la anormalidad del lugar donde van a ir a parar los votantes del Pp. Se van a la izquierda. Casado dona los votos ganados al Psoe y a Podemos. Si esto no es una humillación, una anormalidad, que venga Carmen de Mairena y nos lo explique.
Yo pensaba que las niñerías de Casado con Ayuso eran solo una rabieta de niño pijo al que nadie le ha puesto nunca la zancadilla, ni le han llamado cabezón. Y, que, por eso, la rabieta no iría más allá de lo personal y que no afectaría a la formación azul. Mira, tú, por donde, Casado ha extendido su mísera envidia a toda la formación del PP. Por mí como si se la machaca. Pero veo inculto, injusto e irreal, que un individuo que dice ser el presidente del partido popular, sea tan chabacano, tan inseguro, tan inútil. Como, inseguro, y bien pagado por el psoe, el memo del dedo irregular, el señor Casero. Y es que, el PP, busca los más tontos de España y, va, y los encuentra. Lo nunca visto.
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