robos a las personas mayores de edad.
Bien que nos la metieron las entidades bancarias cuando nos dijeron y nos dicen que es más seguro para los clientes hacer uso del denominado "plástico". Que llevar dinero en efectivo en el bolsillo era, a estas altura, anticuado.
Eso solo era una engañifa para jubilar gente e ir retirando efectivo del mercado. Aunque el efectivo nunca ha estado en el banco o entidades...; siempre ha sido un número largo o corto en la denominada cartilla con el nombre del banco.
Ahora resulta que el cliente tiene que hacer el trabajo que le hacía dentro...: un señor en ventanilla u otro..., en despacho oval.
Resultado:
el señor que tiene la tarjeta de plástico es más fácil de robar que entrar en el banco con una recortada. Ahora, amablemente, se apoyan en un lateral del cajero automático mientras se copian el número del pin y se apoderan del plástico con artilugios de descuideros y mentiras.
¿Dónde está la seguridad de los clientes de los bancos? ¿Quién les garantiza no caer en las manos de gentuza organizada? ¿Quién nos garantiza la cuantía sustraída por culpa de haberme y saberme indefenso de tales chorizos en los límites del banco tenedor de mis euros? ¿Quién me asegura que les cogen y castigan conforme a la agresión padecida; siendo el banco, tenedor de mis haberes, responsable físico pero..., ¿y el moral?
En definitiva...
¿quienes son esos hijos de puta que vienen a robarnos a nuestras casas, calles, países y demás lugares de servicios? ¿Quiénes son esos prófugos que vienen huidos a atracar a los más vulnerables de nuestros familiares?
Es evidente que los políticos y sus políticas de mierda... consiguen remover conciencias y tener que tomarnos la justicia por nuestra mano. De esta forma evitan tener que pagar policías y el efecto es el mismo.
Señores la policía está al servicio del pueblo. Vamos a ver cuándo os vais a dar cuenta de ello y ponéis de patitas en la calle a cuantos enfermos mentales vienen de fuera. ¡El que no trabaje que le vayan dando! Y los sentimentales payasos de mierda que se los lleven a su casa y les controlen sus actos. ¡Aquí tenemos a tantos buenos de iglesia que dán asco: "La Cruz en pecho y el demonio dentro!
Estoy deseando que los chorizos se les metan en los chalet a sus señorías, como les está pasando a mucha gente, para ver si ponen los medios y destierran a tanto hijo de la gran chingada. Y si son chorizos españoles les cuelguen de los huevos en los mayos... plantados en las plazas de los pueblos y ciudades.
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