
Desde Puigdemont, Mas, el Clan Pujol-Ferrusola, ETA, La Iglesia, hacia abajo, no hay personas gratas en todo el territorio español. No me extraña que cualquier descerebrado que tenga los estudios primarios, en Alemania, se permita el lujo de enfrentarse al juez Llarena pidiéndole explicaciones. Y si lo pensamos bien: tampoco van descaminados por saber si el Juez... es, realmente, juez.
Ya vemos que nuestros jueces pueden ser jueces de carrera..., pero lo que se dice de guerra... No.
Cualquier milongui europeo se permite injuriarles y no se toman las injurias como juristas que son.¡Así nos va!
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