acogía a tanto huído suelto? ¿Por qué Merkel ha globalizado Europa... sobre todo de niños?
en los primeros cinco meses de 2016, desaparecieron de Italia 5. 241 menores. Sobre todo niños que venían huídos y sin familia. Nadie dentro del gobierno italiano ha tomado cartas en el asunto. Los siguientes meses hasta finalizar el año, eran 12.000 los niños desaparecidos sin que nadie sepa qué ha sido de ellos.
El desencadenante más notorio sea el asesinato para la venta de órganos.
¿Para qué sirven las guerras?
Actualmente solo sirven para la extracción de órganos con destino al mercado negro. Sobre todo el americano. Sobre todo son los rusos y chinos los encargados del mercado oriental. En sudamérica es posible sea la policía los culpables de la desaparición de los niños abandonados y viviendo en las calles.
El tráfico de órganos se ha extendido notablemente por el mundo con un porcentaje de ganancia parecido al que deja la droga. Multitud de personas mueren vaciadas, después de haber sido engañadas por culpa de la falta de empleo. Una forma de lujo como la trata de blancas para el mercado sexual.
Hay verdaderos hijos de puta pululando por el mundo y sirviéndose de él para una vida de lujo y placer. A costa de la carne de los demás.
En previsión de este estado de demanda cruel no hay dependencias policiales mundiales que se dediquen a ello. Todo el mundo mira para otra parte y si te he visto...: ¡tal vez lleve algo tuyo dentro!
Para esto es para lo que se necesitaba la globalización. A mayor número de almas abandonadas a su suerte..., mayor posibilidades hay de que te capten para servirse de tu persona.
Y el caso es, que por mucha tecnología que haya y digan necesaria..., menos te encuentran o hacen por encontrarte.
Tenemos pruebas de desapariciones de aviones con cientos de personas a bordo sin que haya habido posibilidades de encontrarles. ¿Para qué sirve, entonces, tanta tecnología?
El caso es que las personas, aeronaves y barcos se pierden...: cuando no hay nadie que tenga voluntad de encontrarles.
El tráfico de órganos en Italia, Brasil y Palestina tiene un denominador común: la participación de ex funcionarios israelíes pillados con las manos en la masa. La justicia no llega para un número indeterminado de familias que perdieron a sus hijos y cuyos cuerpos fueron encontrados abiertos, sin riñones; otros, con engaños, fueron trasladados a Sudáfrica, donde también fueron sacrificados.
El tráfico de órganos en Italia, Brasil y Palestina tiene un denominador común: la participación de ex funcionarios israelíes pillados con las manos en la masa. La justicia no llega para un número indeterminado de familias que perdieron a sus hijos y cuyos cuerpos fueron encontrados abiertos, sin riñones; otros, con engaños, fueron trasladados a Sudáfrica, donde también fueron sacrificados.
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