las feminazis gobiernan

Hasta los jueces está  que no sabe dónde poner el cucu con las feminazis.

Se les han subido a la chepa y ya no pararán hasta conseguir lo que sea a base de golpismo y malas artes. ¿A caso no están comportándose como etarras? ¿Dónde está la diferencia entre el golpe de Estado en Cataluña y la ocupación de las calles para llevar la contraria a un juez? ¡Como no nos dan la razón tomamos la calle por ovarios!

Pues simplemente por este comportamiento catalanista en casi toda España... reniego de la supresión o revisión de la sentencia del juez contra los lobos...; lobos convertidos en lobeznos; por otra parte.

Lo que me descoloca es que haya un Guardia Civil y un soldado como miembros de la manada y no se les hayan separado: a uno del cuerpo y al otro del servicio. Sin sueldo, sin prebendas y con arresto cuartelario. Hasta que se hubiera conocido sentencia y después..., -según sentencia...: -seguir cobrando o no. 

Anoche, según el abogado de la defensa, es muy posible que las féminas tengan...: para largos días y penosas noches..., -de salir a la calle en busca de notoriedad. Está seguro de que saldrán absueltos de cargos por mucho que les duela a las feminazi. Feminazis pagadas por mantener las calles revueltas, y al gobierno en ascuas. 

No hay mejor cosa que tener el poder y poderlo ejercer con personajes de la talla de las feminazis. Que son nazis vestidos de mujeres.

La talla mental de las susodichas está por los suelos. Lógicamente solo aquellas que están reclutadas para llevar a cabo los planes de determinados intereses comunistas.

Es ilógico que en tan poco tiempo y con el Pp en el poder estén de revueltas y demás zarandajas y desmantelando el Estado de Derecho entre los etarras, las féminas y los separatistas.

Lo de las féminas siempre ha sido así. Es verdad que nadie ha puesto pie al carro de las féminas con cabeza y con realismo. Éstas son como cabestro en celo y que no ven más allá de su estúpida sexualidad. Y luego dicen que somos los hombres quienes sólo pensamos con el pene. Y, ellas, solo se manifiestan por nuestro pene. 

¡Cuánto mal en esas cabezas de chorlito!