jueves, 15 de noviembre de 2018

¡Qué poquito te va quedando...

pensaba el novio joven de la dama mayor, mientras hacían el amor! 
Alguien le había comentado que, para conseguir herencia rápida de la señora, en cuestión, era conveniente matarla a polvos...Y mientras ésta rejuvenecía el otro envejecía... No sin antes pensar, mientras la miraba, "qué poquito te queda ya".
Esto es lo que piensa Podemos de Felipe VI. A quien le han escrito una carta exponiendo las razones por las que piensan castigarle, a "polvos", hasta que la palme. Lo mismo pensamos de Rajoy el día que no le vimos en el escaño, y es que estaba a base de polvos para rejuvenecer.
Los de Podemos en su línea. Intentando, como Rufián, practicar y platicar el insulto para estar en el candelero y hacerse propaganda. Es mejor que hablen mal de uno, que estar políticamente muerto. Y eso es lo que hacen los inseguros dentro de la seguridad de la política. Si ya estáis seguros por qué demandar atención: por inseguridad. Son gente que no deberían estar donde están porque el perfil no es el requerido para formar gobiernos. Es la necesidad que tienen o reclaman para sentirse vivos y necesarios, para crear consensos y  conveniencias varias. 
Debemos darnos cuenta que el momento que estamos pasando en España, es una transición apocalíptica de gobiernos, gobernantes e ideologías impuestas de tendencias caducas. El socialismos como oposición a otra cosa (¿...?), el comunismo y sus insuficientes razones para serlo..., el capitalismo y sus influencias..., el maniqueísmo político... Fetichismo de andar por casa.
Nuestra decadencia como vasallos nos viene impuesta desde hace 20.000 años. Reyes se coronaban, como los papas la tiara, a base de ser más fuerte y más vil o villano. Y todo este tiempo no hemos encontrado razones para levantar cerviz y decir: hasta aquí. Seguimos siendo vasallos de generación en generación porque nos enseñan a no mirar la vida desde otro ángulo. Esta es otra razón por la que hay reyes en el mundo: han encontrado la fórmula para obnubilar el raciocinio. No dejar pensar sobre ello. Aunque sí, dejarse ver de vez en cuando. Técnica que lleva a la perfección la Casa Real. Aparecen y desaparecen como por arte de el húngaro Houdini. Una forma de escapismo que Sánchez ha practicado y le va de maravilla. Mientras representa a España por el resto del mundo, va haciendo negocios de drogas, prostitución y armamento... porque si no es así, no entendería que esté constantemente subido al avión camino de alguna parte...
En fin,
no hay nada que podamos hacer, de momento.

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