martes, 13 de noviembre de 2018

Ahora estoy seguro

Trump es extraterrestre. 
No sé si habéis visto a Gillary Clinton fusionando su vista con la de un reptil. A Trump se le endereza el dedo -como a ETE cuando pedía un teléfono para llamar a su casa-, cuando es preguntado. Me encanta Trump, y no soy gay. Tiene todas las trazas de comportamiento, como el KGB, de Putin. Deben de ser primos hermanos, aunque alguien de la familia haya echado cana al aire.
Este fenómeno de la naturaleza tiene la cualidad de joder a todo el mundo, pero no permite que le lleven la contraria. Allá donde va la tiene que liar parda, y se queda tan contento de su hazaña. Al parecer, en Francia, ha dejado claro que el protocolo que aconseja a Trump de cómo debe comportarse con otros mandatarios del mundo: deja mucho que desear. Más bien desean tomar nota adecuada de la etiqueta requerida entre homólogos y en casa de éstos. No se puede venir estirando de pantalón corto haciendo creer que los tiene largos. Es de una grosería rayando al insulto y al patetismo. 
Habrá quien diga que Trump es así...: o le quieres o le desprecias... Lo va poniendo muy fácil a la hora de elegir.
Noto como las ondas gravitacionales que vienen espacio exterior, están evolucionando nuestras energías terrícolas y llevándonos hacia un salto cuantitativo hacia la quinta dimensión. La pena es que a ningún núcleo de hombres "G" les está llegando la armonización desde el Big Bang. Seguimos estando jodidos sí o sí.

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