martes, 27 de noviembre de 2018

"me cago en lá"...

que diría un gallego.
Pues bien
hablar de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, es hablar del mayor  "cum fraude" de la historia. Esto es como preguntarse qué fue primero el huevo o la gallina. ¿Para quién o quienes se fundo la Universidad Rey Juan Carlos? Porque, a tenor de los resultados de fraude en los "cum laude" de ministros del PP, parece haber sido fundada para laurear a muchos de ellos con intención de ocupar puestos importantes en política. 

La publicidad electoral de 2011, en la que Terol sí menciona que es doctor en derecho.
Ahora le ha tocado turno al Alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, quien fue premiado en su tesis por haber ayudado a la hija del rector Diana Pérez Bustamante. Antonio González Terol firmo para que le concedieran 9015 euros, libres de impuestos, como contrapartida de ser ayudado por el padre de la muchacha.
Pérez-Bustamante ha sido protagonista de varias noticias en los medios de comunicación. 'El Mundo' publicó que fue presidente del tribunal que aprobó la tesis de otro rector de la URJC, Fernando Suárez, que tuvo que dejar el cargo por haber plagiado varias publicaciones. Suárez copió en su tesis un texto del propio Pérez-Bustamante. La información señalaba que Pérez-Bustamante ha coordinado un equipo de cinco 'negros' instalados en un sótano del campus de Vicálvaro elaborando textos por encargo para engordar currículos profesionales. 'ABC' también publicó que Pérez-Bustamante agredió a otro profesor que le acusó de hacer este tipo de trabajos irregulares. Como podemos comprobar determinados tipos de "negros" ya existían en España hace muchos lustros, para beneficio de ciertas autoridades posteriores.
Fundada la URJC había que crear la figura del político una vez éste se viera con el laurel, de doctor, en la cabeza. ¿Y quienes eran los benefactores? Los hijos de los mismos laureados. Una cadena de montaje de laureles, como en la antigua Roma de los Césares. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Y el común de los mortales tiene que dedicar su tiempo y el dinero de sus padres para optar a conseguir un doctorado de varios años. Que luego le puede servir o no, dependiendo del mundo laboral en el que se encuentre. Los hijos de... no hace falta que se sofoquen por lo laboral...: algún amigo del Opus Dei le dará cobijo, atención y cabida en lo laboral. Total por 9.000 euros y un diezmo en el cepillo del domingo.
Es tanta la podredumbre que gobierna nuestras vidas, que dan ganas de bajarse del tren y que les den. Pero en definitiva eso es lo que quieren: que nuestros hijos no estudien. Que vagabundeen por las calles sin rumbo fijo, mientras sus hijos se convierten en los negreros de barco en Flandes.
Para trabajar no hace falta tener un papel , sino dedicar tu vida al aprendizaje y posterior desarrollo de lo aprendido. Pero no, amigo, ellos quieren hacer las cosas a su libre albedrío y ponérselo difícil a los nuestros, con intención de que los suyos se sientan encumbrados. Bien podemos decir que tenemos hijos bien preparados por dedicación al estudio...; pero no quiere decir que puedan alzarse sobre uno de su especie. Si fuera así, ¿estaríamos comentando estos casos de cum fraudes?

No hay comentarios: