la generación del 27

Si me refiero a la generación del 27 no lo estoy haciendo por nombrar a los escritores, sino más bien a aquellos que con 27 años les daban vivienda en la otra vida. Actores, actrices, putillas y putones y putos, y cantantes famosos y presidentes, han sido hallados muertos o asesinados en el mejor momento de su existencia, sin que nadie haya investigado las consecuencias de dichas muertes. ¡Para qué, si ya sabían de qué iba el asunto! Fueron muñecas, muñecos en manos de hijos de la Gran...

Pues con esto quería llegar a los que en España catalogamos como los presidentes que se precian. Y, para apreciarse, han debido tener un simple atentado; un atentado digno de traca: pero con etiqueta de atentado. Aznar tuvo un atentado cuando iba en su lujoso coche blindado y gracias al blindaje salió ileso del mismo. Cosa que a Carrero estaba destinado a subir al Cielo ese día. 

Pues bien,

resulta que han querido matar al presidente del gobierno de la nación española, el único, el auténtico, el fantástico, el guapo, el inigualable...: Pedro Sánchez. El socialisto. 

Viene en los medios escritos que han querido disparar con teleobjetivo al objetivo de Sánchez, y no lo han conseguido. Y no lo han conseguido porque no era el objetivo de ETA, si no sí hubiera caído. El presunto asesino de presidentes se ha dejado coger y anda de comisaría en comisaría degustando los guisos que allí se sirven, como si del cocinero guay se tratara.

¡Han querido matar al presidente! 

¡Han querido matar al presidente! 

¡Viva el presidente! 

¡Viva el presidente!

Vitorea la gente aunque no le vea pasar.

Vamos llegando a los vivas y que viva el presidente. Otro trueque de magia previsto para caer en gracia a los españoles. Pero el caso es que Sánchez no cae bien a nadie, ni siquiera a su suegro: el capitalisto de saunas y de coños escaldados. Solo faltaba que le investigaran y le acusaran de venta de armas y tráfico de drogas y personas. A mí no me extrañaría que fuera así dado que, el presidente de Venezuela, está en ello. Los presidentes se suelen copiar unos de otros y Pedro, está avanzando cosa mala. Tiene un buen "maestro" que le da clases de cómo llegar a ser como el inmaduro de Maduro. Ya cobra ese "maestro" de las arcas del estado venezolano para implantar la semilla senil en la mente de Sánchez, y lo está consiguiendo. Tampoco hace falta tanto maestro... porque si fuera así, seguro, a Iglesias, no le hubieran asignado dicha tarea. Sin embargo, me sorprende que, del devenir de las ubres de Franco, se haya convertido, Iglesias, al ecologismo comunisto y rico, en tan poco tiempo.

Dejadme que os diga el presentimiento que tengo de que, a Iglesias, dentro de unos años, también, le van a servir en bandeja un auto atentado, porque sin él no eres nada y menos, alguien.