lunes, 2 de septiembre de 2019

no me cuadra

cada vez que veo el vídeo de la muerte de Epstein me da el pálpito de una historia bastante repetida. Una historia con la que lavan las maldades que suelen provocar los dignatarios mundiales contra la ciudadanía mundial. Esos hijos de mala madre que, amparados en las políticas y el poder, se permiten destruir vidas humanas por sus bajos instintos. ¡Pero no son sus familias, no! Son los hijos de alguien como usted o como yo. Hijos del pueblo que han decidido que pueden abusar de ellos impunemente y destructivamente. No se permiten solo abusar de sus cuerpos y sus almas sino que se la quitan, cierran sus bocas, a base de ofrendas (¿...?) a uno de esos guarros dioses creados en la mente de los diabólicos hijos de puta que tenemos gobernando. Esos psicópatas con derecho a narcotizarnos y destruirnos cuando les sale de los cojones. 
Bien;
pienso realmente que ninguno de los productos que han creado para sus juergas y malas praxis, tienen el consentimiento de matarse así, como así. Es normal que algunos mueran de muerte natural como todo hijo de vecino...; pero cuando nos lo cuentan con pelos y señales es para desconfiar de sus intenciones. Un lavado de cerebro y vuelta a empezar. ¿Dónde? Lugares no les faltan; tienen medio mundo a su servicio o propiedad. 
Pues como digo...
Un individuo que como Epstein jugaba con lo que más les gusta a los mandatarios, ¿termina muerto en una cárcel? 
Supuestamente, El Rey del Pop, con una mansión como mercado de carne fresca a su disposición y, ¿muere de un pinchazo?
Desde que Hollywood es un santuario de prostitución abierto al público para que no nos enteremos de nada de lo que sucede dentro... Han estado limpiando sus actos a través de películas que nadie ha comprendido, pero que han tratado con crudeza sus tendencias asesinas. Ya nadie discute que la Iglesia es un puticlub de carretera donde van determinados individuos a chulear. Y la gente ha asimilado eso como una cosa natural de personas que están cerradas y es normal que se den por el culo entre ellas. Y se hagan sus ofrendas de sangre al dios diabólico al que tienen por costumbre rezar; y más que rezar... invocar. Y todo el mundo contento y dispuesto a perdonar sus abusos. ¡Pues no! Porque esto es hipocresía cochina y milonga infernal.
Creo que no hay nadie de los "muertos que les pertenecen" que, realmente, estén muertos. Los efectos especiales son tan reales que, nos pueden matar, antes que contradecirnos de lo visto. Tuvimos el ejemplo del Viaje a la Luna, y aún estamos discutiendo si fue real. La autopsia a un cadáver extraterrestre y su posterior negación. Películas hollywoodienses que disienten de su versión. Su distribución compaginaba con las nuevas películas que hacían referencias a los extraterrestres y los viajes planetarios. Una mentalización para llegar al momento en que nos encontramos ahora, cargados con una visualización de OVNIS que seguimos sin saber quién cojones viaja por nuestros cielos y no se da a conocer. 
Se entendería que, conociéndonos un poco, nadie en su sano juicio bajaría a conocer a Trump, a Putin, a estos macarras de la política mundial. Más vale volar muy rápido para que no te salpique la mierda.
En fin, el Lolita, amigos, seguirá volando y llenando de críos y crías los establos de estos pedófilos, asesinos y santones del mundo.

No hay comentarios: