sábado, 21 de septiembre de 2019

ayer por la tarde

se organizó una concentración en la plaza del Ayuntamiento de Valencia con la ignorante intención de darle la razón al multimillonario Al Gore, que como a Sánchez, le han escrito un libro del Cambio Climático. El problema, como a Sánchez, los que lo escribieron no sabían si era un calentamiento global o si de una glaciación global, se tratase. El caso es que el tío se ha recorrido el mundo metiendo miedo a medio planeta y al otro medio... también. Con semejante esfuerzo ha conseguido que la gente se atemorice por elegir entre morir caliente o congelado. Hay algunos que queremos ser abducidos y mandarles a tomar por el culo a todos aquellos que se hacen ricos a costa de la ignorancia del pueblo mundial. Porque, señores, son muy pocos los que tienen la cabeza amueblada en este jodido planeta de la ignorancia, del miedo y de la religión. No hay más que ver al representante de Dios en la tierra para darnos cuenta de que Dios ha sido reemplazado por otro, que no sabe por dónde aterrizar. Yo siempre le he calculado en Benidorm que es donde media España femenina se quita las bragas para darle el gusto al cuerpo, antes de que venga semejante brutalidad climática y las coja con ellas (las bragas) puestas.
La sociedad cuando nos dan una guia -solo una-: nos simplifican todas las andanzas bélicas (va a venir la tercera guerra mundial...Pues que venga); nos simplifican las experiencias de ligar, de pasarlas putas... Porque como no hay que pensar se acogen con frenesí y ansia loca..., y que sea lo que el Dios de repuesto diga. 
Pero, ay, amigo, cuando te dicen que el planeta se puede calentar o enfriar... en ese caso la mollera comienza a fabricar pensamientos de respuesta a ambos casos y todos revueltos te llevan a la propia cárcava de un ataque frenético. Para tí ya ha llegado el cambio climático. Fíjate si es fácil averiguar el resultado del cambio climático con solo meternos la semilla en la sesera. 
¡Es que lo ha dicho Al Gore! 
Claro y porque lo ha dicho semejante servidor del Diablo tenemos que emborracharnos de semejante palabrería.
Y así medio mundo ha hecho la ola a Al Gore el mismo día a la misma hora. Que bien se podría denominar aquelarre de brujas, o reunión satánica, para un fin determinado.
Ante toda esta olla de disparates... tengo a bien decir que Dios no existe. Pero, amigo, el Diablo, sin duda, Sí.  Y creo que cada uno de nosotros trae un trocito de Él dentro y nos da por el culo un día sí y el otro también. Y nos hace creer cualquier cosa con tal de mantenernos en un puto ¡ay!, constante.
Señores, señoras...
Hay que follar más, divertirse más, trasnochar más, comer religiosamente y beber con moderación. De este modo cuando venga el cambio climático nos cogerá con ganas de hacerle frente y luchar por nuestro granito de arena.
A Al Gore que le den. Bastante tiene con lo que ha ganado a costa del miedo ajeno. ¿Para qué quería vender tantos libros y ganar tantos dineros si la va a cagar como todos los demás? ¿A que algo no cuadra en el asunto? Podría regalarlos, ¿no?

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