que a Sánchez no lo quieren en su casa ni a la hora de comer. Tan es así que ha montado en cólera política (nunca una cólera política es igual a una cólera o rabia de los ciudadanos), sofisticada como lo hacen todo los políticos actuales. Son gente muy apaciguada cuya ira la revierten en robar, de las ollas, el contenido de los impuestos substraídos a los ciudadanos. ¡Cómo ese dinero no es de nadie!, pues lo mangamos, del verbo robar, draculear... Toda una estructura mental muy al uso de los sociatas.
Pues como decía:
Sánchez ya ha estado hablando con el Rey y le ha comentado que no hay nadie que quiera ser socio de los socialistas. Nadie. Pero nadie, nadie, vamos. Ni siquiera los de Podemos. Y que tiene que deshacer el Parlamento y convocar nuevas votaciones. De cuya convocatoria la culpa la tienen los demás partidos menos los socialistas, el o la PSOE. Les ha puesto a caldo en la rueda de prensa que ha habido después de todo el responso y ahí sí que ha sacado la rabia contenida durante todo este tiempo. Ve venir la nada (Zapatero vio los brotes verdes; Rajoy vio la luz al final del túnel y su conversión en bolso de Todo a Cien), después del 10 de Noviembre. Se ve de nuevo reconvertido en portero de discoteca o chulo de puticlub... pero de ambiente gay, y ególatras unidos. Este tío debe ser el chulo más chulo y jefe de los ególatras unidos. Al Cum Fraude no le sonroja el cutis nadie, tal vez se le sonroja la pelvis para dar caracter de simio.
Decir que me alegro de ello... es tirarme piedras a mi propio tejado, con el coste que tienen las tejas actualmente. Me enrabieta saber que tenemos un mogollón de pollas y chochos gobernando y ninguno sabe qué cojones hacer para dirigir España como nos merecemos. Nos da el tufo de que nadie quiere coger las riendas porque es más fácil estar en la oposición. Cuando, realmente, en la oposición debe de haber más trabajo dado la condición de -ojeante- de todo aquello que haga la presidencia. Pues no señor: la oposición en España es el lado contrario de la cara de la moneda y se convierten en tocadores de sus propios huevos, los cuatro años en la oposicion. Se tiran cuatro años pensando cómo embainarla en los culos de los que han reinado antes.
Aquí los tenemos, setemesinos, esperando ver si la madre que los parió les concede la solución en el parto natural de los nueve meses. Por si viene la soluciòn en modelo tabla... como en las Tablas de la Ley.
Yo voy a dedicarles una cita muy estimada: "Si nos queréis..., irse".
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