discutirlo sería perder el tiempo. Que VOX va a llevarse los votos que pierdan los demás partidos... no lo pone, ya, nadie en duda. Porque el resto de partidos han estado mirando al horizonte de Yolanda, o, a la luna de Valencia. Algo a lo que la gente está echando de menos: un presidente que tenga agallas para poner los puntos sobre las ïes, y un futuro en manos del pueblo español. Lo que tenemos ahora es una repetición de la jugada, mala, en un partido de fútbol con apaniaguados que no nos llevan a ningún lugar determinado. Cuando alguie se deja engatusar por el gobierno de la nación para conseguir una paguita o un puesto a dedo... acaba por desarrollar un colapso existencial propio de un autónomo sin ventas.
Lo malo de nuestra situación actual ha sido siempre la ambivalencia de los dos partidos verticales. Dos formaciones políticas que han actuado como si de una sola fuerza se tratara. Cuando uno ha salido caliente; ha salido por patas, el otro ha rellenado el hueco destrozando a la población. Cuando lo normal sería una auditoría y una puesta a punto de lo que haya hecho bien o mal la anterior formación. ¿Quién restaurará, ahora, el desfalco propiciado por la izquierda cuando digan: <<Adiós, ahí os quedáis, que nosotros nos vamos.>> Pues, evidentemente, la derecha. Y, viceversa. Así, no conseguimos nunca, la devolución de lo robado. Y seguimos sacando de nuestros bolsillos lo que se llevaron, más, el desembolso de la nueva presidencia.
Espero que VOX sea lo suficientemente atemporal para no caer en el despilfarro de promesas y falsos compromisos. Necesitamos una presidencia con carisma y con ganas de romper todo lo que han venido haciendo PP y Psoe en las dependencias políticas. Todo aquel que no tenga la plaza de funcionario adquirida mediante las presentaciones y exámenes debidos... deberá dejar de ser funcionario y presentarse, si puede, a las nuevas convocatorias. Eso de tener 700 individuos metidos a dedo en las administraciones debe tener un final... mismo... por el cual fueron admitidos. ¡A mamarla, cabrones!
Este puede ser el final de la prolongación de Sánchez en la presidencia. Que el PNV se encuentre entre la espada y la pared y se vea obligado a tomar una decisión contraria a la que le ha llevado Sánchez con su forma, delictiva, de gobernar.
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