viejo mundo, mundo nuevo

 

y la cosa continúa igual en la Fiscalía. El gobierno ha elegido, en sustitución de García Ortiz, a la Fiscal General Teresa Pelamato, próxima a Dolores Delgado, amiga de Villarejo, sin saberlo. Tuvo que escuchar unas grabaciones para darse cuenta de quién era Villarejo y qué hacía su voz, en esa grabación. 

Total,

que el asunto en la Fiscalía va a continuar en la misma línea que con Ortiz. Es normal que siga igual el asunto porque han cambiado a uno por una, de la misma simpatía política. Cuando a los políticos se les concede el honor de poner y quitar peones como les salga de allí... mal nos va la cosa a los ciudadanos. La partitocracia no es buena consejera con el pueblo... porque tienden, como ya estamos viendo, a repartirse los dineros y la justicia. 

Sánchez no tiene otro asunto entre manos que intentar borrar de un plumazo los jueces que le son contrarios a su formación. Es decir: le vendría de perlas manipular la Fiscalía y, de paso, a la Judicatura. ¡Qué bueno sería para Sánchez salir airoso de todos los pecados capitales que está teniedo en su partido y en su familia! Amén de querer justificar lo injustificable con los asuntos de inmigración e impuestos, a la vez.

Los españoles estamos hasta los cojones que se nos manipule de forma tan descarada y a ojos vista. Ya no se esconden para robar el banco de los impuestos de los ciudadanos y lo justifican "porque no son de nadie". Hasta este punto tenemos la política socialcomunista. Xi Jinping estará orgulloso de tener a Sánchez como llave para abrir todas las puertas de E

y la cosa continúa igual en la Fiscalía. El gobierno ha elegido, en sustitución de García Ortiz, a la Fiscal General Teresa Pelamato, próxima a Dolores Delgado,

uropa y España. En España se nos han colado por medio de nuevas tecnologías que ponen en peligro las de Europa. La producción en Europa se va a quedar a la altura del betún con los precios que marca China. 

Una vez me comentó un chino: que los precios tan bajos de las mercancías son para romper el mercado de un país. Y, una vez roto el mercado, si quieres conseguir cualquier cosa tendrás que pagar lo que te diga el chino o no tener el producto. Y esto va desde una tornillo, un coche, a una nave espacial. Poco a poco el imperialismo chino será más contundente que el norteamericano. Porque el norteamericano tiene la panza llena y sueña con hadas y nomos... El chino marca tendencia conforme al hambre que se tenga ese día. ¡Claro que las cosas están cambiando en política mundial! Falta que los ciudadanos del mundo nos unamos para hacer frente a esa política de mierda y devastación.