domingo, 10 de marzo de 2019

11M. 191 víctimas. 48.000.000 de afectados

A la izquierda le hacía falta un caos generalizado, un evento lo suficientemente caótico y paralizador, para desviar el voto de los españoles hacia su formación política. Hacia un PSOE que no iba a ganar las elecciones tres días después. Las encuestas daban perdedor al PSOE frente a un Aznar, refrendado cuatro años más. Es evidente que nadie (ni siquiera el PP o los etarras o el CNI) auguraba unas votaciones tan cargadas de odio como fue el 11M. Pero tampoco el pueblo pensaba sostener en el tiempo y en la memoria el que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los políticos de todas las formaciones políticas del momento, ni de las que han venido después, miraran hacia otro lado a instancias del PSOE. Todo el mundo ha dado un carpetazo a los hechos ocurridos esa fecha fatídica y nadie sabe, a ciencia cierta, qué cojones o qué miembros terroristas tuvieron las puertas abiertas para permitir la entrada, en el Gobierno, a Zapatero. Un zarrapastroso individuo que ha traído de cabeza a toda España y parte del extranjero. Un payaso en toda regla que ha confundido la hecatombe de un pueblo, con brotes verdes. Ni siquiera sabía ni sabe, qué cojones quiso decir con esa mamarrachada visionaria. Como aquella otra de que "La Tierra es del viento". La Tierra es de Enlil o Enki. Otro conspiranoico y visionario como su amigo Maduro. Dios los crías y ellos se juntan, para disgusto del mundo y la Creación.
De aquél 11M que damos despagados 48 millones de españoles que, con la boca abierta, mirábamos la pantalla del televisor sin dar crédito a lo que estábamos viendo. Otro suceso igual al 11S, donde cerca de 4.000 personas fueron abatidas de un mismo disparo. O con dos aviones. Y un tercer edificio que cayó al suelo sin que fuerzas oscuras le hubieran tocado. ¿Qué pasó en el edificio 7 donde estaban las oficinas del FBI? Al parecer, estaba programado que cayeran las torres y que, como en el 11M, español, hubieran imbéciles a quienes echar las culpas de los atentados. Si aquí aparecieron papeles culpando a ciertos individuos...; allí aparecieron los pasaportes de los culpables sobre las ruinas de las torres. Blanco y en botella: ¡leches!
Yo dije en aquellos entonces que perteneciendo a la Hampa, a un grupo terrorista como ETA, a un grupo mafioso u Hombres G. Estoy convencido de que sabría, con tiempo suficiente, lo que iba a ocurrir en ambos casos. Nos referimos a  un autoatentado o Bandera Falsa, con una planificación estudiada a altos mandos mafiosos. De igual modo que hicieron desaparecer las pruebas y los vagones, escondidos en grandes naves para que nadie tuviera acceso ni conocimiento de su ubicación. Un galimatías de propósitos bien orquestada y llevada a cabo...: total para que subiera al Gobierno un majadero como Zapatero.

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