viernes, 17 de enero de 2014

y como la energía

sigue al pensamiento, no vamos a aprovechar esta ocasión para desear mal a nadie, pero es que a veces nos lo ponen a huevo. 
La ministra Cifuentes dice que el accidente de moto le ha hecho ver la vida desde otra perspectiva; pero me da la sensación de que sigue con la que tenía antes del accidente sobre las actuaciones de la polícia hacia la ciudadanía. Esta señora o lo que sea, tiene la voluntad nata de que los ciudadanos somos o estamos por debajo de su ombligo. Y hay que empezar a ponerla en su lugar. ¿Estoy hablando de otro accidente? No. Los ciudadanos no tenemos la misma calidad de pensamiento que tiene Cristina, ni vamos horcando a los que no cumplen con su función, como hace la Iglesia y que bien podríamos utilizar contra ministros, senadores y demás chupasangres o chupacabras. Y por tanto ella no estaría hablando, de los ciudadanos, como habla. Esta señora o lo que sea, se ha impuesto la obligación de arremeter contra todo ciudadano que reivindique otra forma de vivir que no sea la que ellos (PP), tan guarramente han establecido, y que muchos achacan a que son hijos de Franco, como la Merkel hija de Hitler, pero aquél no fue tan hijo de puta como lo son éstos. Si es verdad, que en su mandato hubo gente que se aprovechó de la represión dictatorial para hacer caja, pero es que éstos aprovechan la venganza y la pobreza para enriquecerse, sino a santo de qué hayan salido 1000 nuevos ricos entre la pobreza más extrema que atenaza España. Son unos santos hijos de la gran chingada Opus Dei y de sus putos santos asesinos: La Santa Inquisición. ¡joderos mamones de mierda!

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