De Guindos: el de las preferentes

en Lehman Brothers, irá destinado como erudiputado a sentar silla que dejó Mayor Oreja. Ese gran elefante camino del cementerio; el cementerio de los grandes paquidermos.

Y es que ahora nos enteramos, por amigos del partido, que el susodicho Mayor Oreja no hacía nada, ni decía nada, cuando entraba en esos salones para charlar animadamente de todo, menos de solucionar algo. Y sin embargo no hablaba, no decía ni esta boca es mía: estaba como un muñeco inchable, y que utilizan para ocupar un lugar que sobra. Es decir, le habian dado esquinazo, no le hablaban, no se dirigían a él en ningún idioma que fuera entendible para este gran hombre de experienza notable en el arte de la política; tan es así, que la mayor parte de ellos son retirados y apiñados en esos edificios tan sonoros e insonorizados, o trasladados directamente a Estrasburgo.

¡Qué poderío, señores! 

Cuando uno sabe que este señor De Guindos, Ministerio de Economía, está siendo apareado en la secta Opus Dei, y que siempre estará en ella... me da grima pensar que la Iglesia esté manejando todos los hilos de la política monetaria de nuestro país, y nuestra representación en la comunidad. No me extrañaría que estemos como estamos, cuando nos encontramos que estos son unos gilipollas y los listos de lino blanco o negro con sus zapatillas rosas, los que nos manipulan la hacienda y la economía. Así de limpios y decentes se tienen los curitas con estos payasos en sus filas. Y es que sabemos que cuando hay que repartir y repartir: los curas se quedan con la mejor parte. No me creo nada que la iglesia no esté manejando el cotarro del dinero que depositamos los españoles en las arcas del Estado. ¡Nuestro Estado en manos de la Iglesia! Que mejor para el papa 

Francisco y sus más que ideales altruismos. ¡Así nos va!
En Europa si pillan a un político mandando a tomar por el culo a los periodistas se va de la política, aquí se va de putas.