Los masones se besan en la boca, al igual que los iluminati, haciendo referencia al beso de Judas. Los que cambiaron su saludo (aunque fueran obedientes a la Iglesia) fueron los Caballeros Templarios que se besaban en el cuelo (el oficiante se postraba de rodillas con el culo en pompa y el nuevo caballero debía besarle en el susodicho) en reverencia al ano del dios Pan. De ahí que, cuando la Iglesia quiso quedarse con todos los haberes de los Caballeros, solo tuvo que reprocharles, públicamente, que hacían misas negras o cultos a dioses paganos, cosa que la Iglesia (fiel a sus principios) siguió haciéndolo durante los 2000 años de historia que tiene; o desde la fecha de la muerte de Jesús en que decidieron que debían crucificarle. Lo curioso de ello es, que hay una reciente biblia que se ha encontrado, en la que habla y dice que Jesús (Aquél) no fue crucificado... por lo que desestabiliza un poco la simbología de la muerte y resurrección, divulgada en la biblia de Constantino. Un hallazgo que tiene muy interesada a la totalidad de la curia, y que sin duda será rechazada por falsa.
Lo que nos lleva a pensar (referente a estos besos sin lengua, pero acalorados y ojos cerrados) es que cuando se juntan (y lo hemos comentados en otros posts) se juntan: no con intención de solucionar problemas sociales (sus problemas los tienen muy solucionados); sino, para besarse, tocarse y muy probablemente, aprovecharse de la candidez o no de jóvenes de ambos sexos que son captadas/os para los abusos de estos indeseables de la política: si a eso se le puede llamar política. Más bien tiene nombre de sectarismo, vampiros, asesinos, por muy nobles que fueran sus antepasados, que sin duda hacían lo mismo que sus vástagos. ¡Hijos de la gran cagada!
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