¿Estamos desorientados?

Según Machen: el hombre está hecho de misterio, para el misterio y las visiones. Donde lo sobrenatural: es lo real. Y viene a cuento, porque en infinidad de veces nos hemos metido contra la figura de Hitler (hoy representado en su hija Merkel), de que su postulado gobernante no estaba exento de una singularidad humana fuera de lo común, y con unos brotes de premoniciones y visualizaciones, que le llenaban de pavor. Hitler, cuenta su doctor, se introducía en una especie de éxtasis, en la que decía: El nuevo hombre está viviendo entre nosotros; he visto al nuevo hombre, es intrépido y cruel. Esos personajes de trajes oscuros, altos y de complexión fuerte, han sido vistos gobernando nuestro pasado y nuestro futuro. Tal vez fueran ellos los que consiguieron de un talante acomplejado de Hitler, convertirlo en todo un Gran Dios Pan; un adepto ocultista ¿Era necesario, para la autorealización de Hitler, la sangre de tantas personas? Lo obvio es que todas las sectas utilizan los ritos: sangrientos o no, a contentar a unas fuerzas sobrenaturales que están viviendo en el mismo plano que nosotros ahora, o que pueden variar el espacio tiempo y desaparecer de nuestra dimensión. Este es el misterio en el que nadamos ahora, y en el que han profundizado otros desde que el tiempo es tiempo; y los humanos seguimos buscando la lanza de Longinos, el Santo Grial y el Arca de la Alianza. Lo que no hay duda es, que nos han abierto una puerta a extraños conocimientos y hay que estar preparados a ellos. El hombre, en contra de ser un ángel caído, es un especimen con grandes posibilidades a desarrollar, cultivar y manifestar.