viernes, 10 de enero de 2014

creedme si os digo

que si pudiera no lo pondría, pero es necesario que nos demos cuenta de la guerra psicológica a la que nos vienen sometiendo desde los tiempos del Diluvio Universal, en que el hombre empezó por conquistar espacios donde otros tenían su morada, sustento o espacio y a conseguir someterlos a su libre albedrío. El miedo ha sido un arma más poderosa que cualquier otra creada. El miedo va calando poco a poco en el alma de los humanos y destruyendo su capacidad de reaccionar o razonar. Así de esta manera se puede conquistar el espacio deseado y la voluntad del dueño o morador, del sitio.
Los grandes poderes mundiales: EEUU, Rusia, China, Japón, India etc., etc. han utilizado desde siempre este sencillo sistema de control mental sobre toda la población, con solo utilizar los medios de comunicación: prensa y tv. Y mantener sus uniformes militares,en el país a amedrentar.
El fin del mundo y su repercusión han sido difundidos a través de mensajes, unos visibles: Aparición de Fátima; y otros mentales: telepatía o escritura automática. El caso es que, aquella aparición o entes encargados de difundir el futuro humano, no han hecho más que meter miedo en el cuerpo a quienes los han visto o recibido y posterior a la humanidad entera. Entes etéricos u hologramas, que han servido para los fines macabros, por el tiempo en el que ha pasado y la angustia transmitida. ¿Qué Dios habla a través de la boca de la Virgen, dice cosas como esas y no pone remedio? No puede ser verdad que entidades benignas puedan dar mensajes tan catastróficos como los que han estando dando. 
¿Qué y quién hay detrás de todos esos mensajes? Lo que en un principio iba a ser para unas certeras fechas, fueron alejándose en el espacio-tiempo creando en los humanos más sensibles: angustias crónicas y padeceres atroces.
En 1945, poco tiempo después del término de la 2ª Guerra Mundial, el Papa Pío XII dijo en su Mensaje de Navidad a los Cardenales: “El Mundo se encuentra al borde de un precipicio aterrador. (...) Los hombres deben prepararse para un sufrimiento de tal embergadura que jamás ha sido visto por la humanidad. Habrá una guerra mundial más destructora que las dos anteriores. 
A la Beata Sor Elena Aiello (†1961), muy famosa por sus profecías, Nuestra Señora le transmitió el siguiente mensaje: «Mi Corazón está triste por tantos sufrimientos en un Mundo que se aproxima a la destrucción. (...) El castigo divino es inminente. En breve el Mundo será atormentado por grandes calamidades, por cruentas revoluciones, horribles huracanes e inundaciones de ríos y mares (...) El Mundo será trastornado por una nueva guerra, mucho más terrible (cuando la Beata recibe la revelación, hacia 16 años que había terminado la segunda guerra).
Total, que volvemos a donde lo dejamos el 21 de diciembre del 2012, fecha en la que el fin del mundo tendría connotaciones bíblicas y demoníacos platillos volantes en conquista terrestre.
Ahora se manifiesta que este recien aparecido año 2014, se vaticina como el mejor para acabar con la entera humanidad, menos con aquellos que mantienen el poder y el dinero. ¿Volverán a ser los mismos los dirigentes del futuro post muerte apocalíptica? Si la respuesta es sí, entonces tendrán que volver a profetizar nuevos fines mundiales, porque son unos descerebrados totales.

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