viernes, 17 de enero de 2014

calatravón

dícese del constructor que cobra cinco veces una obra; eso sí: de corta duración.
 Museo de las Ciencias Príncipe Felipe en Valencia | Ciudad de las Ciencias
calatramón
constructor del siglo 20 de la estirpe de la Gûrtelmamón, cuyos faraones le concedían obras macrofaraónicas a sabiendas de que no tiene idea de construir un edificio en condiciones. No obstante, le hicieron la prueba de capacidad para construir dejándole una caja de cartón para que la montara... aún está buscando una empresa intermediaria que le saque del embrollo. Ante tamaña capacidad de reacción, estos Gürtelmamones, faraones, están pensando en dejarle construir aviones. Eso sí, no platillos volantes, por si le da por cambiar la rotación de la tierra, ya que al parecer estos aparatos utilizan la energía que produce en su rotación sobre sí misma. Y porque no se puede hacer uso de esa energía porque Soria te sanciona: ha dicho el mismo constructor de canales, puertos y caminos. No obstante, le van a conceder las obras del puerto de Contreras, dado que este otro iluminao hizo el puerto con cemento alumínico. Ya van tres veces que cortan el tráfico por posible derrumbe del mismo. Y dado que las grietas son tan grandes, llevan a los niños valencianos a jugar al escondite entre ellas.   Como vemos, el sigle 21 empieza con fuerza y firmeza en las obras de embergadura. No obstante, se han dado cuenta los constructores que a estos faraones es fácil sacarles las perras, y en primera instancia dicen una cantidad y posteriormente, una vez comenzadas las obras, acaban por pedir tres o cuatro o cinco veces, la cantidad inicial. Los faraones pagan.Y aún está por acabar. Todo un despropósito calatravista. ¡Asi nos va!
Bien es verdad, que para concederle todo lo anterior, está en busca y captura. Ya son más de cuatro o cinco gobiernos distintos y de distintos paises los interesados en echarle mano para utilizarlo como saco de boxeo.

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