miércoles, 8 de mayo de 2024

es aun peor que Sánchez

pero en mujer. Bueno, si no esconde un ente diabólico en su interior. Un alien cabreado. Escucharla hablar es algo con el que todo el mundo quiere poner atención porque es todo lo contrario, o se contradice, en lo que quiere decir. Al menos, el presi, dice lo que siente con todo el orgullo de saberse gobernador. 
No hay ni uno solo de la psoe que diga la verdad. No hay ni uno solo. Ya es penoso tenerles gobernando, representando a España por el mundo, sabiéndoles incapaces de decir una verdad. Y lo más desagradable es comprobar que si ellos son unos mentirosos compulsivos... los demás políticos de países amigos... deben ser igual que ellos. Ahí tenemos aun señor ministro que se permite ofender al presidente de Argentina, como si de su persona se estuviera refiriendo. O sea, que si él fuma o toma algo, se supone que los demás hacen o tienen que hacer lo mismo. Algo que nos deja en posición claramente discordante con otros homónimos. Ahí tenemos al representante de Israel ofendido por Sánchez, en su propio país. Ahí a los sociatas poniéndose de lado de los terroristas islamistas, ofendiendo al resto que queremos terminar con todo tipo de sinvergüenzas que existen en cualquier lugar del mundo. ¡Pues así son nuestros políticos! Tenemos una suerte enorme de tenerles de representantes de nuestro país. ¡Qué barbaridad!
Esta señora debería marcharse a casa. Sin olvidarse de llevarse a su jefe, a la suya. Esta señora conviene que no cambie su forma de ser porque es posible, con un poco de suerte, se muerda la lengua y caiga redonda al suelo. Pero se siente segura con el chip cambiado. Porque miente se siente respaldada por el resto de su formación. ¡Una mentirosa en la corte del rey Felipe!
¡Dios, cómo odio la mentira por llevarla dentro! ¡Dios, cómo me odio por sentirme reflejado en la mentira de los demás! Sólo los que somos mentirosos sabemos quienes nos mienten; aunque no sepamos muy bien por qué.
El caso es que llevarles la contraria a estos es perder el tiempo. Ya lo vamos observando a medida que pasa el tiempo y siguen sin oponer resistencia a su lucha contra la mentira. Tal vez sea que están intentnado que sea, la mentira, quien desaparezca por sí sola sin oponer resistencia. La mentira no es un buen camino a imitar de nuestros politólogos.

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