«Esta es la casa de todos. De madrileños de Chamberí, País
Vasco y Cataluña. También es la casa de palestinos, de judíos y de
israelíes. Todos están aquí en su casa. No hay derecho a levantar muros contra nadie.
No hay derecho a utilizar el drama, el dolor y la muerte para dividir.
Madrid tiene un compromiso con España entera a la hora de alzar la voz y
no le fallará», ha subrayado Ayuso. (La Gaceta.)
Me gustaría que alguien me llevara la contraria cuando digo que el PP y Psoe son amigos del alma. Las dos partes de la moneda aunque esté, perfilmente, borrada.
El PP y Psoe están muy bien juntos y por largo tiempo venidos a acoplarse en lo bueno y en lo malo, sin duda, lo bueno y lo malo, de peperismo y de socialismo, les ha dado a ambos muy buenos resultados políticos y económicos.
En su fuero interno se han estado acoplando a los acontecimientos aunque dando a entender que, su entendimiento o su antagonismo, obedece y se establece en beneficio de los ciudadanos.
Si esto es así, ¿por qué pedir voto a los españoles si cualquiera que gobierne es igual al cesado? Pura formalidad democrática.
En ella, la democracia, nos engañan y pervierten nuestras mentes, en busca de un camino vecinal que nadie conoce y que no existe. Pero que los ciudadanos lo admitismo porque no tenemos empuje para obligarles a trazarlo. Si lo tienen en la cabeza, si nos lo transmiten con énfasis... es que se puede trazar la ruta; y si la ruta no se ha trazado es porque era una quimera y un argumento sin fundamento.
Los españoles estamos sirviendo a dos señores a la vez. Y esto, según la Biblia, no es positivo. No es positivo porque navegas entre el Bien y el Mal con poca convinción o argumentos para poder elegir lo que más conviene. Y los españoles hemos sido unos memos al habernos dejado arrastrar por subnormales, como abyectos en política.
De verdad que ya no sabe uno a quién recurrir ni ensalzar, dado que hoy difiere de lo de mañana por un "quítame esas pajas". Ayuso me está desmotivando y derivando al grupo opositor sin darse cuenta.
La cuestión es que no miro pelo, y a mí solo me ofende quien me toca el bolsillo. Por lo que me da igual que se cambien de chaqueta todas las veces que quieran, y más. Pero que no se ofendan si algún día... aquellos que tanto vitoreaban a determinados miuras... dejan de hacerlo por pura y desinteresada opinión del tendido.
Tenemos muy próximos a personajillos que han sido tan guais que perdieron su condición cuando se encumbraron, como Ícaro, hacia el sol.
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