jueves, 28 de julio de 2016

va de Moisés

el comentario que Jerónimo escribió sobre el libro de Ezequiel nos deja en claro la intención de su decisión:
“Moisés subió a una nube y a la niebla con el fin de poder contemplar el misterio de Dios, que las personas que se quedaron atrás no podían ver. Finalmente después de cuarenta días la gente común con sus ojos empañados no podían mirar la cara de Moisés debido a que había sido “glorificado” o como se dice en hebreo ‘tenía cuernos'”.
Entonces, no existe el error y quizás por eso no existió ninguna representación del Moisés con cuernos por más de ochocientos años. Durante ese tiempo, el pasaje en latín que hacia referencia a los cuernos fue leído mayormente por personas del clero quienes entendieron la metáfora de Jerónimo.
Fueron los anglosajones de la Edad Media quienes al ver las palabras “comandante” y “cuernos” en el mismo párrafo decidieron colocarle un casco con cuernos al libertador del pueblo judío. Así se tergiversó o banalizó la metáfora de Jerónimo de Estridón…
Regresemos a los inicios del siglo XVI, a Florencia y a Miguel Ángel.
Si bien en algunas zonas de Europa representar al mítico líder del pueblo judío con dos cuernos en la cabeza se había convertido casi en una tradición, esto no sucedió con los artistas de la región europea que era el principal referente artístico de Miguel Ángel, la península italiana.
 En vista del elevado conocimiento mistérico e iniciático de Miguel Ángel, es improbable que el artista florentino haya decidido ponerle cuernos a su Moisés solo por un tema de tradición, una tradición que se inició de forma casi caricaturesca.
en el arte italiano de aquella época no existe ninguna representación del Moisés con cuernos que pudiera haber servido a Miguel Ángel como referencia para su obra.
Si un reconocido pintor como Fra Angélico, que puso las bases del renacimiento pictórico italiano, represento a Moisés sin cuernos, y luego Ghirlandaio y Boticelli hicieron lo mismo, ningún pintor se atrevería a representar la divinidad de Moisés de forma diferente a menos que tuviera poderosas razones…..
 Es importante destacar que si bien los pueblos del noroeste de Europa le otorgaban una connotación positiva a los cuernos, en otras partes del continente no sucedió lo mismo. Desde la Edad Media hasta el renacimiento, en la mayor parte de Europa, los cuernos tenían una doble connotación. Por un lado, representaban victoria, honor, divinidad, liderazgo y por otro lado representaban deshonor y humillación y estaban asociados con demonios, diablos, y los dioses paganos “malignos” de los pueblos del noroeste del continente.
  los cuernos del Moisés de Miguel Angel representan, de manera simbólica, la activación del órgano conocido como “tercer ojo” o “linterna de Osiris” en el patriarca judío.  según la tradición mistérica, este órgano le permitía al ser humano estar en contacto con las entidades incorpóreas que habitan el mundo espiritual. Entre esas entidades se contaba también el espíritu del universo o mente cósmica creadora, de la que hablaban los filósofos del”otro renacimiento”, y que probablemente fue quién se comunicó con Moisés en el Monte Sinaí.
Según las mismas tradiciones mistéricas, este órgano sobresalía de ambos lados de la cabeza de los seres humanos, hacía miles de años atrás, como si fueran un par de antenas. Estas “antenas” se redujeron de tamaño con el paso del tiempo y terminaron convirtiéndose en lo que hoy conocemos como la glándula pineal, un órgano involucrado en una serie de procesos bioquímicos relacionados con las experiencias místicas.

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