no sé si llamarlo evolución tecnológica o robótica de bolsillo. Lo más de lo más es ver que la gente está pegada a la pantalla del móvil, andando con rumbo marcado en la pantalla, para buscar un bicho llamado Poquémon Go. La mayor parte de las veces te tropiezas con este tipo de gente que no mira por dónde va sino que, está tan ensimismado con la pantalla, que no advierte lo que sucede a su alrededor. El móvil se ha convertido en un robot contra su dueño. Le ha comido el tarro, tanto, que su persona se ha convertido en un zombi. Andan por andar, no por encontrar el día saludable, visitar la ciudad y sus monumentos; una actividad llena de novedades por descubrir. No. Va buscando un muñeco, un dibujo dimensionado, en algún lugar holografiado, dentro de la ciudad..., o no. Y, como siempre digo, alguien debe de estar jugando con la mente de la gente, con estos juegos diabólicos. ¡Y, como no! el departamento de tito Obama (la CIA) está detrás de todo ello. Una forma más de control personal y mental; con un método tan sofisticado que puede entrar todo tipo de persona, en el juego. Cada vez serán más jóvenes los enganchados a estos juegos y la repercusión será tan eficaz que le harán adictos a ellos. Como vemos, la vanguardia de los juenos no van a gente mayor, aquellos que han perdido el apetito por las nuevas tecnologías, sino a las generaciones de niños que nacen con un móvil en su mano. Una forma más de quitarnos al niño de enmedio, de que no dé guerra, de que no nos moleste, en determinados momentos del día. La televisión ha dado paso a un arma más destructiva, porque el móvil lo llevas todo el día activo, en el bolsillo. Aunque nadie lo lleva en el bolsillo, se ha convertido en un artilugio para manosear, como si de un anillo, se tratara. Estas tecnologías están ideadas -como el dinero- solo para la plebe, la chusma, la grey, la base de la pirámide.
miércoles, 20 de julio de 2016
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