En el año 98 empezaron las violaciones "en más de 10 o 12 ocasiones".
"Él me forzaba en su casa, en la parroquia", ha explicado, entre
lágrimas, la víctima.
"con ánimo libidinoso, sentaba a la niña que entonces tenía 10 años en
sus piernas y le tocaba el pecho por encima de la ropa". Cuando la
llevaba en coche a su casa, la obligó a practicarle sexo oral hasta 20
veces. Ha reconocido el buen pastor de la iglesia.
No está nada mal que de 42 años que se solicitaban, se le hayan quedado en 6. Así cualquier misionero puede hacer de su capa un sayo; al igual que lo han estado haciendo los boinas azules...: ¡total, no eran paisanas!
Y de nuevo, la Iglesia, da un voto de castidad a todos los GLBT que están dentro de la curia y de las monjas. ¡Hipócritas!
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