martes, 12 de julio de 2016

no somos de la Tierra

Sin embargo, tampoco somos tan lejanos de la misma. El planeta Tierra fue programado para contener este nivel de vida que posee en la actualidad. Tiene todos los medios disponibles para que plantas, animales y seres, puedan nacer, vivir, respirar y procrear, sin necesidad de artilugios mecánicos. Nuestro sistema de ADN está equiparado al nivel evolutivo de la propia Tierra. De aquí que, los libros de historia religiosa, nos digan que fuimos creados por un Dios y fabricados con barro. No otro barro si no el sacado del interior del mismo planeta Tierra. De este modo el plano existencial planetario no puede desecharte por ser parte de él. Hasta tu mismo espíritu está enganchado a este plano, y perteneces al espíritu grupal de Gaia. No obstante, la primera tierra a la que debemos nuestro semblante humano parte de la humanidad existida en Marte. Marte sería, pues, nuestra madre verdadera; aquella que nos dio la inmortalidad del alma, y a la que seres humanos... quieren volver a casa. ¿Por qué el planeta Marte? Si era tan raro como nos estaban diciendo, ¿por qué ahora se amolda perfectamente a nuestro carácter humanoide? Porque, realmente, somos marciano. Un planeta, como en la Tierra, en la actualidad, en la que las guerras eran el medio de subsistencia. Por este motivo es, que seguimos la misma contienda pasado los siglos. Somos los mismos pero en diferente plano existencial. Nosotros no evolucionamos por un sistema global con el resto de los seres que habitamos esta dimensión, sino que lo hacemos por propia inercia mental. Ese es un desequilibrio que fue el detonante para que termináramos con nuestros huesos aquí. La Tierra es un planeta nodriza. Nos mantiene en la medida que estamos siendo proyectamos con otros fines más altruistas. Sin embargo, no deja de ser paradójico en la medida de que el salto cuántico tiene que ser grupal. Un dato curioso nos lo da Buda en las puertas del Cielo. Allí, llegado, san Pedro abre y le dice: pasa Buda, te estábamos esperando./ Buda le pregunta: ¿están aquí todas las almas terrestres?// San Pedro responde: No. // Buda contesta, -sentándose al lado de la puerta-: entonces no es mi hora de entrar; hasta que no estén todos dentro, yo no pasaré. Nos han estado mentalizando a que en Marte no hay absolutamente nada. Que no es un planeta habitable. Que no hay indicios de que hayan habido seres en un pasado, su superficie. Las plantas y el mar existente en Marte es el mismo que hay en la Tierra. El agua salada no era parte del agua que contenía la Tierra. De hecho, si el agua salada sale de su estado sin convertirse en dulce, por el proceso de evaporación, para las plantas y animales que pisamos la superficie nos serviría de matarratas. Para que tengamos una idea de cómo era y es Marte, su superficie y atmósfera son iguales. Visitar Marte sería (...) como visitar la Tierra para los seres que vienen. No entiendo cual es la razón por la que nos quieren instruir sobre la diferencia entre los planetas cercanos. No hay ninguna diferencia. Todos son habitables.Nos dicen que Marte tuvo una irradiación extrema producto del Sol, causante de que esté calcinado. Sin vida. Sin embargo nos damos cuenta de que Marte tiene -por oleadas de calor- las mismas auroras boreales en los polos marcianos, los mismos que tienen los polos terráqueo. ¡Entonces qué!Las auroras boreales son efectos de la radiación solar contra la atmósfera; un cortafuego natural que tienen los cuerpos al desplazar esa gran influencia solar hacia fuera del planeta.
Así de parecido es Marte con la Tierra.

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