miércoles, 28 de mayo de 2014

el Papa: indeciso

El Papa pone a Andalucía como ejemplo del drama del paro juvenilFranc, está como los españoles en las votaciones del 25M, indeciso. ¿Por qué?, me preguntaréis una vez que leáis la primera línea; pues muy fácil, está indeciso en si dejar que los curas se destapen, de una vez, y se conviertan en casados con monjas, o si deben seguir siendo puteros o pederastas. A disgusto de la OTAN, que le había pasado un ultimatum  a sus procederes sexuales. Dice que el celibato no es un dogma de fe, y por tanto sería solo él quien pudiera desacer el entuerto, consintiendo en que los muchachos puedan contraer nupcias. Yo siempre había pensado que el celibato era dogma de fe, como condición de la vida consagrada de Pobreza, Castidad y Obediencia ,y resulta que no. Aquí cada uno dice lo que le sale... y no pasa nada. Bien es cierto, que quitando el celibato, la Iglesia, tendría menos problemas, pero ya no sería cristiana, sino anglicana, que es lo único que diferencia las dos tendencias religiosas: celibato o no. Y qué mejor cosa que unificar religiones, que es a lo que ha ido su Santidad, a Tierra Santa. ¡Ay, los Jesuitas! Siempre sorprendiéndonos, desde que los tiempos se comvirtieron en un calendario gregoriano.
Mirad si no llevo razón en lo que os voy a decir. Ayer estuve en una reunión que formaliza un cura en su parroquia después de la misa. Este día se trataba de contar las veces que Dios había hablado a los terrícolas de aquellos entonces. Pues bien, que sepáis que han sido un mogollón de veces, como si tal cosa; aquí no pasa nada. Sin embargo, no ha mucho tiempo la Santa Inquisición mataba por menos de eso. Enseguida, se trataba del demonio y por tanto, de un endemoniado o poseído, por Él. Ahora se ve como algo natural, esencial para justificar cierpos pasajes de la Biblia donde, en algunos caso, el Dios de los cristianos, manda matar a animales o personas, para su deleite y regocijo con el pueblo. ¡Tócate los cojones!
En fin, señores, señoras, niños, niñas, que leéis esto, sabed que, y según la curia, son memeces de periodistas de hace 2000 años. Lo que no sabían los periodistas de aquél entonces es, que sus escritos, sus crónicas iban a leerse 2000 años después.

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