lunes, 12 de mayo de 2014

¡Cuántas quisieran...

Audiencia en solitario - 1 (© Copyright © 2014 Hearst Magazines, S.L.)tener ese movimiento sexi, de gogó de discoteca! Y es que no hay mejor cosa que no disponer de reloj que nos empuje de la cama o nos indique que hay que recogerse para trabajar al siguiente día. Y eso es lo que la acontecía a la suso cuando ejercía de periodista, y no de madam de su esposo. De todas maneras no es lo mismo andar por los pasillos de la Tv. que por los grandes salones enmoquetados, de la casa real. Os habréis dado cuenta que no se habla mucho últimamente de los teje- manejes de la monarquía. Ha habido un gran cambio desde que la futura y actual masona, pasea por esos lares. 
¡Qué bonito cuando las cosas las lleva una plebeya! Porque ésta sabe estar y sabe como servir. Lo que les convenía a sus majestades. No así le convenía al Rey que estaba más empeñado en participar de los amoríos extra, que los de casa, y que tuvo que pararla los pies porque se los pisaba al principito cuando salía a comunicar. Tan es así, que el Rey la dijo: ya sabemos que eres la más inteligente de la familia, pero deja hablar a los demás. Primer y principal resbalón de la mona, en jardín privado.
De verdad que no sabéis cuánta emoción me embarga  cuando la veo tan joven y bella en los medios de difusión, y siempre pienso lo que le debe costar al Benito darle el gotelé y estirarla la piel.

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