martes, 17 de octubre de 2023

síndrome del hombre lobo

 Satán te lleve, Sánchez,/
antes de que la política te ciegue./
Que pudiendo hacer el bien,/
no hagas el mal.
Todos sabemos que es muy difícil para un lobo político, no intentar hacerse con la mejor posición dentro de la manada. Y que por extraño que parezca, al tiempo, las organizaciones o grupos terroristas militares o religiosos, se están transformando en licantropos. Abusando del terror, sobre la población mundial.
La evidencia nos demuestra que el globalismo no ha resultado beneficioso para los países de acogida; aunque estén, algunos, intentando tragándonoslo con embudo. Y, uno de ellos, sin ir más lejos, es, nuestro ministro de Interior, Marlaska, que abraza el islamismo haciendo un llamado y trayendo a los asesinos religiosos a nuestros hogares. Con la excusa más relevante de la pobreza que sienten y tienen en sus países de origen. Cuando lo mejor es enseñar a cultivar, a labrar..., a que te mantengan a falta de vacas gordas.
Europa está entrando en una vorágine de violencia de proporciones estadísticas sin parangón. La violencia islamista-judeo-religiosa se está distribuyendo a pasos agigantados a una destrucción de Ave Fénix. Porque el humano no sabe salir del tope... antes de terminar en una guerra civil o mundial.
Es seguro que hemos entrado en un apaciguamiento generalizado de la economía y si no hay un derrumbe premeditado... el mundo deja de generar riqueza y paralizarse por completo. 
España es un modelo de que estamos comentando; donde la industria carece de presencia, y nos dedicamos al turismo creyendo que es la panacea a la solución. 
El turismo que viene no consume, no da riqueza generalizada, más bien produce una degeneración o pérdida de suministros de agua, luz y gas, por la masiva presencia de consumidores empobrecidos. Diferencias que van al saco de los impuestos de los ciudadanos españoles. 
¡Y pensamos que nos hacen un favor viniendo a nuestras costas y mezmando los pantanos! Lo mismo deben pensar los que matan en nombre de Dios. Por aquello de enviarle almas para que, ese Dios, no se sienta solo allá arriba.
Por Dios
toda esa gente son gentuza. Aman la violencia por encima de todo Credo. A qué Dios deben rezar para que maten con tanta impunidad. 
En fin, esto no va a ninguna parte. Cuando creíamos que la Tierra pasaba por el meridiano de la sensatez y la paz, se ponen a reducir la población para hacerle el favor a quienes han venido diciendo que <<somos muchos en el planeta>>, que también necesitan una revisión del motor cerebral.
El caso es, que, esperar no es la solución a los poblemas más acuciantes de que disponemos. Pero no queda más que intentar vislumbrar hacia qué parte del problema estamos yendo.
¡Que las huestes celestiales nos acojan!Porque de otro modo estamos perdidos.

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