sábado, 21 de octubre de 2023

las perrerías de Sánchez

 
no es la primera ni será la última vez, si intenta congeniar con quienes le dan la mano y, esta, es negra. Luego van de salvadores del mundo... cuando este mundo les repele. Hombre, a Marlaska no le repele que vengan tantos jovencitos marroquíes a España, que armonicen con su presencia la vista de los LGTBIQ+. Es algo parecido a la Isla de los Pederasta, de Epstein. Marlaska debería saber que si quiere convertir España en la península de los pederastas... tiene en venta la isla de Epsten por un monte de 114 millones de euros. Que bien pensado, si a los iluminados de Dios, les ha dado 50 millones para que vengan a desmontar la Península... bien podría llevárselos a esas islas caribeñas para sus disfrutes gays.
¿Cómo es posible que Marlaska lleve el ministerio de Interior, como si se tratase de un mantero?
Esta gentuza zurda se ríen de los militares, de los policías, de todo aquello que lleve uniforme y defienda los derechos y libertades de los ciudadanos de España. No tengo conocimiento ..., si no es en país venezolano u otros con distinción de zurdos ... los que tienen tirria o les chirría les pongan cascabeles al gato. Están tan acostumbrados a que sean [ellos] quienes controlen las libertades de los demás que, cuando les toca, se revuelven como ratas acosadas.
Pues volvamos a Sánchez y a su manera de dar la mano sin que tenga a alguien al lado que le proponga una toallita de aguarras o de lejía, cuando le roce o toque una asquerosa u asqueroso negro, negra. ¡Qué pena de individuo! Y tenía que ser español para deshonra de los españoles que acogidos y escogidos navegamos en los países de la Unión Europea. 
Creo que no hace falta hacerles propaganda en los medios. Porque si les hacen propaganda aunque sea nefasta... no dejan de estar en el candelero.
Y así propongo que les saquemos a hostias de la peninsula... tanto a los astros de luz marroquíes, como a los políticos que negocian contra España, contra los españoles y no tienen interés alguno, en gobernar decentemente. 

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