Aquí tenemos la presencia del presidente de gobierno buscando la candidatura para los próximos cuatro años. Sin tener los candidatos suficientes para una mayoría parlamentaria me cuesta creer que el monarca le dé la opción de presentarse a la presidencia de gobierno y, no recurra, a unas posteriores elecciones generales. Que para gusto de muchos españoles sería lo mejor que tener que negociar España y la monarquía, con los separatistas, los comunistas de Sumar, y los etarras. Eso sí que sería una colgada de puente, como los asesinados en la carta del tarot.
Podemos ver claramente que el saludo convenido entre ambos es un apretón de manos masón. La mano de Sánchez está claramente, dominada, por la del monarca. Ese dedo gordo contraído es de dominio y sumisión.
Por lo tanto,
de qué hablamos cuando comprobamos que nadie llega al poder si no es por mano amiga. Por pertenencia a una Orden de poder ancestral.
Nos hacen creer que hay alguien que mira por los intereses del pueblo o pueblos del mundo y nada más lejos de la realidad.
Todo está atado y bien atado porque lo han estado ideando desde que están en las tripas de sus madres. El tiempo para ellos no existe porque siempre habrá alguien que les represente cuando ellos estén criando malvas.
Esta gente disfruta de la vida teniéndolo todo. Disponiendo de todos los servicios a los que quieran acceder. Y toda esas prevendas se las dejan a sus descendientes habiéndoles asesorado, adecuadamente, a quienes deben pleitesía. Un ejambre de familias que van acumulando poder tras poder e incumbrándose a los más altos estadíos de la posesión y el status quo. Los borregos serguirán siendo borregos por mucho que les encombren a las más altas esferas de las presidencias de gobierno. Las presidencias de gobierno no son más que regalos para que vayan siendo más y más siervos a medida que pasa el tiempo. Hay quien, por pasarse de listo, amanece con un ojo morado, como el Papa... y otros.
Realmente, hay algo que huele mal, en todos los políticos del mundo mundial.
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