al rico jamón de bellota

 

Ha sido una reunión informal de jefes de Estado o Gobierno de la UE en Granada, España. 

Pagan los españoles. 

Que saquen el jamón de bellota, los buenos caldos y mejores bebidas espirituosas. Lo demás correrá a cargo del suegro de Sánchez, como colofón a los postres: Una buena sauna, y que no se olviden de Marlaska, que suele pasarse por allí alguna que otra vez.

Lo curioso del caso es que deberían llevarlo muy en secreto porque Juanma Moreno se encontraba bajo el influjo de la Luna de Valencia. Siendo el presidente de la comunidad andaluza y no se había coscado que venían tantos jefes o presidentes de gobierno euroforo. Ni siquiera Feijóo se había enterado que Sánchez tenía una reunión de reflexión y discusión sobre el presente y el futuro de la Unión Europea. ¡Válgame la Macarena! Y, yo con estos pelos.

Feijóo tan concentrado en la amnistía a los asaltaestados catalanes, se ha dejado meter gol en plena puerta. Y eso, que, el Jefe del Estado español, Felipe VI, ha estado presente en la primera reunión en el Centro de Visitantes, ubicado por la Plaza del Humilladero. La flor y nata del centro turístico granadino. Todo ello para que se vayan con buen sabor de boca de España y sus costumbres. Una de las cosas más significativas ha sido la presencia de Zelenski, que ha dejado por unos días la guerra, contra Putin, para darse unas revolcadas por Granada. Imagino que los ucranianos se han quedado disparando, mientras su presidente se busca un lugar donde esconderse en la vejez.

Hasta qué punto los ciudadanos del mundo somos tontos de capirote. Hasta el nivel de lo listos que sean sus dirigentes. Éstos tienen la ventaja de ir sueltos por la vida mientras nos la comprimen a los demás. ¡Y, no pasa nada! Aquí no pasa nada, hasta que pasa. Y después, ay Dios mío, ay Dios mío. Pero ya es tarde. Nos vemos enfrentados a una guerra como los ucranianos. Hay que vender armas y provisionarnos de órganos. Hay mucho vagancio suelto. Y, así nos va.

No sé a vosotros pero me parece que el rendezvous, a Sánchez, le está haciendo el culito gaseosa. Mira que le gusta pavonearse como a un castrati.

Hostia, la Meloni. 

Está esperando fuera a ver si se va Sánchez y puede entrar. Ha saludado a Borrell quien la ha invitado a que le acompañara dentro y le ha dicho que no. Posteriormente ha entrado y... protocolariamente, ha dado la mano a Sánchez, ¡qué remedio!