miércoles, 26 de febrero de 2020

yo quiero huir como Puigdemont

pero yo a la Luna, Marte, o lo más alejado posible que me puedan dejar. 
Este personaje que vemos en la imagen es Paul Hellyer: exministro de defensa de Canadá, en 1914. Este hombre, jugándose todo su ministerio, ha dado en confesar y reconocer que extraterrestres están trabajando con los Estados Unidos en el control del planeta...
Viendo a Trump me lo puedo creer todo. Trump no es un ser terrícola: es una máquina que se le parece mucho; a Trump lo tienen secuestrado en una zona intermedia interplanetaria y de -vez en cuando- le llevan a la Luna para desfogarse. Allí, creo, hay un bar -de carretera espacial- por donde pasan casi todos los platillos volantes que vienen a la Tierra. Últimamente están solicitando personal terrícola para camareros, cocineros y masajeadores de pilotos.
Esto puede parecer de risa, y lo es. No tanto que Trump sea una máquina; Putin: un disfrazado gris, y qué podríamos decir de Sánchez, Iglesias, Casado, Rajoy, Zapatero...: robotizados hombres al servicio de los Zeta Raticulin. Es difícil no darse cuenta de ello.
Demos gracias a este hombre que ha sabido ver donde los demás no llegamos; y por dar la voz de alarma de la invasión. Que -digo yo-: si llevan tanto tiempo intentando conquistarnos y no lo han hecho ya... muy inteligentes para llegar sí, pero para la conquista... 
Me da que son de lentos como la justicia española. 

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