por la medalla de oro recibida por (Dignidad y Justicia) defender a las víctimas de terrorismo. Víctimas que han sido constantemente olvidadas por la sociedad y los partidos, entendiendo que lo fuera por aquellos terroristas responsables de esas víctimas y que, gracias a Zapatero y la Derecha, consiguieron que se beneficiaran del fruto de esas muertes, posicionándoles o permitiéndoles ocupar las administraciones públicas como si cualquier persona -con sangre en las manos- tuviera oportunidad de acceder a esos puestos administrativos públicos.
La verdad es
que me enorgullece cualquier individuo de la categoría de Federico, cuando defiende la verdad y la justicia condenando la estrechez de miras y bajeza humana... tanto en las personas de los etarras, como en los independentistas catalanes. Espero que esa voz y esa energía... sean contagiosas, y se propaguen como pandemia a través de los oídos, como se propaga el virus del constipado.
Tenemos en Federico una mente privilegiada y un verdadero compatriota.
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