tengo testigos de que vengo diciendo que la enfermedad está siendo pulverizada a la atmósfera a través de los aviones que fumigan llamados chentrails. Entre toda esa polvareda que sueltan los aviones militares preparados para vaciar los tanques de basura en formato de polvo... se encuentra el coronavirus. Si no a santo de qué se está extendiendo tan rápidamente... y contagiando a personas que no han tenido ningún contacto con gente que haya estado en Wuhan ni en China, nunca. Lo están extendiendo por todo el planeta a la vez que con el HAARP suben la temperatura a niveles diabólicos. ¡Claro que habrá cambio climático, lo queramos o no! ¡Claro que morirá gente lo queramos o no! Sus intenciones son claras y el tiempo ha llegado por disponer de los medios y métodos para controlar la atmósfera, el clima, el agua, la comida. Al planeta lo están convirtiendo en una gran invernadero, donde las personas pasan a ser las plantas que crecen o mueren a voluntad del cosechador. Ya han empezado a poner en marcha el Nuevo Orden Mundial donde la primera fase es la de plantar la cosecha (muertos), para después poder recoger la cosecha. Se quitan de enmedio multitud de problemas que les damos cuando nos quejamos de la mierda que comemos, de la mierda que bebemos, de lo poco que cobramos, de la multiplicidad de problemas que tenemos para poder vivir dignamente. Todo eso lo solucionan de un plumazo. Con el coronavirus, con el HAARP, con los chentrails. Nos están matando, señores, y no hacemos nada para poder evitarlo. En Sevilla se ha encontrado un enfermo de coronavirus y ya han empezado a dar la voz de alarma por entender que lo cogemos por estar fumigado, gaseado en el aire. Esta mañana en la radio decían que las personas con buena salud no deben temer nada, porque solo afectará a enfermos crónicos. ¡Qué apasionado romance produce conocer quién ha sido señalado por el dedo de Dios, y condenado a muerte sin ver al verdugo. ¡Qué triste humanidad estamos viviendo! Qué penosa situación aquellos que se encuentren millares de personas muertas por las calles y sin animales bastantes para poder desinfectarlas. Animales que a su vez morirán contaminados con el mismo coronavirus al mezclarse con el que padezcan los carroñeros. Demasiado lejos han pensado llegar y después ¿qué?...
miércoles, 26 de febrero de 2020
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