Con el batiburrillo

que tiene que lidiar el presidente de partido en las filas de la izquierda, no me extraña que Sánchez haya claudicado y llamado a filas a Casado para que le apoye en lo de Cataluña. Tal fue la posición que tuvo la izquierda cuando ofreció la mano a Rajoy, -y éste-, pudo tomar las medidas que creyó conveniente enfrentándose al levantamiento ciudadano contra la Monarquía y la Constitución Española, en Cataluña. Un autogolpe propiciado por los administradores de la Autonomía. Bien es verdad que después de impuesto un 155 de mierda y una actuación deplorable por parte de Soraya al frente de la Generalidad..., la izquierda dio paso atrás y se vistió de blanco, blanco papal, blanco pureza, blanca paloma... Y de aquellos polvos nació la Censura a Mariano. ¿Conveniente? No, en esos momentos, no lo era. Más bien fue un aprovechamiento por parte del deseo carnal que tenía Sánchez con Rajoy, como el affair que tiene ahora con Iglesias. Un Iglesias que cierra los ojos ante el mismo ministro de Dios bajado a regalarle la vicepresidencia de gobierno de los socialistas, por la parte que le corresponde de soviet. Esto es tan repelente como que Ábalos reniegue de la leche mamada de las ubres, en la Benemérita.

Estoy convencido y me aseguro, que la mayor parte de los socialistas que reniegan de Franco, de las Fuerzas y Cuerpos del franquismo..: Son hijos de los Cuerpos de Seguridad. Pero es muy bonito poderse comprar las chaquetas en el Corte Inglés, con doble forro, para poderle dar la vuelta. 

¿Podrá Casado confiar en la palabra de Sánchez, después de convertir a España en la escupidera de los ladrones catalana-nazis? ¿Podrá Casado confiar en quien necesita diálogo con los golfantes- golpistas? Si a Mariano le hizo convertirse en bolso, ¿en qué podría convertir a Casado...? A una orden de Sánchez y la bruja de Calvo comienza el sortilegio y lo convierte en sapo. Sapo de pústulas negras.

¿Nadie ha advertido la cara de ponzoña que mantiene Calvo en todas las sesiones? La falta el cuervo, y no dudaría que lo lleve disecado en el fondo de las bragas sobaqueras. ¡Qué susto!, por favor.

Mirad, amigos, con que cara de felicidad y entusiasmo  demuestran ambos combatientes a la hora de presentarse ante el enemigo. Con caras así y pose de desdén y desengaño no se puede ir a la batalla porque la tienes perdida. El enemigo está en su terreno y no pierde nada. Más bien, está esperando negociar con estos dos pardillos, y matar dos pájaros de un tiro. En eso los desertores, los golpistas, los golfistas, les han llevado siempre la delantera. Y, estos dos memos, a la Luna de Valencia. Les recomiendo poner siempre el culo contra la pared, porque se la van a meter doblá...