miércoles, 19 de febrero de 2020

la Delegación del Gobierno,


Franco se volcará con la seguridad y la libertad de las mujeres

en Madrid, pretende multar a los clientes que se sirvan de la prostitución. Porque, como ya dijimos en otro post: son los hombres los causantes de que haya putas. Y digo que, si quiere quitar la clientela a las putas, no hace falta multen a nadie... simplemente les muestre la cara de la vicepresidenta del Gobierno, la señora Calvo.  
Desde que la vengo observando se me han quitado las ganas de follar. Y no sé, aún, lo tengo que preguntar: si no es un atentado al psiquismo particular y por ello...: denunciable.
Yo quitaría la prostitución callejera y dejaría simplemente la prostitución de alto standing, aquella de la que se suministran los delegados, los vicepresidentes, los sindicalistas socialistas y los putos para satisfacer a las señoras de todos esos bandos o bancos o mariconçones varios... Es más...: dejaría la prostitución infantil para uso de sus señorías diputados, conseller, jueces y juezas, y mariconçones varios. Lo dejaría porque han y están prostituyendo a los niños tutelados por el Estado; que es para lo que vocean, los voceros socialistas, que los niños son del Estado; quieren hacer un gran prostíbulo mundial para placer de pederastas políticos, pederastas religiosos, pederastas judiciales, para mariconçones varios... 
Culpables de la pederastia infantil, son sin dudas aquellas feminazis que van contra la libertad de otras mujeres de ejercer -con su cuerpo- lo que les da la real gana, y la que no quiera... deje el puesto a otra. Eso de que la mujer no quiere ser prostituta es una mentira de calibre de la Calvo. Las viene muy bien abrir piernas porque -eso sí con asco- se sacan más pasta que trabajando por horas limpiando casas y patios. Ah, cojones. Ahí sí que existe la libertad de andar zorreando. La casada y separada ya encontró al maromo imbécil que la mantiene sin dar golpe. Este estado es el mejor de todos. Me caso y me divorcio. Resuelto el método de vida.
Le preguntaron una vez a una niña pequeña qué iba a ser de mayor. Y contestó: que casada. No iba mal descaminada.
¿Quiénes fueron los clientes del Caso Bar España, Caso Niñas de Alcásser, Caso Cote Cabezudo, Jeffrey Epstein, etcétera, etcétera, etcétera...? Ahí hubieron abusos por parte de ministros, presidentes, ministras, amigos de estas y estos. No cualquiera podía volar hasta la islita del magnate pedófilo.
Creo deberíais buscaros mejores cosas que hacer que andar jodiendo, por placer de mando y ordeno, a los ciudadanos en sus vidas cotidianas y personales. Iros con esas caras de asco a gobernar a otro país o islita perdida en el océano más alejado de las costas de alguna península o isla habitada. Quedaros allí. Vivir vuestra vida mirando el horizonte que os pueda aportar paz y tranquilidad y, también, a los demás. Creo que os lo agradeceríamos con todo el amor y buen rollo que se gastan Sánchez e Iglesias cuando se abrazan. Que, observando, lo vienen haciendo demasiado a menudo, últimamente.

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