el que se rasgó las vestiduras contra Ndongo, el negro zumbón de VOX. Y lo hice a modo de Rufián defendiendo a Inés Arrimadas cuando -abejorros-, revoloteaban contra su nonato. -"No tengo la misma ideología que Arrimadas, -dijo-: pero no por ello voy a dejar de defender su estado y a su bebé-. ¿Le honra? Mucho. Y eso es lo que ha hecho Paula Vázquez cuando ha leído lo mismo que yo de las féminas socialistas por bocaza de Ndongo. Ese negro palurdo que vive opíparamente de decir sandeces a través del telón o conducto que le concede VOX.
Paula no ha escatimado esfuerzo alguno en poner al negro, blanco. Le ha llamado guapo a su manera, y ha seguido llamándoselo por tiempo indefinido. No sé. Tal vez a Paula le ha cogido un momento poco recomendable como para hacerle ciertas preguntas la prensa... Pero la verdad es que ha estado cómoda disparando saetas y alguna, seguro, caerá en la diana. En VOX no son tontos, todos, y se da por hecho que alguien le cerrará o pondrá cerrojo a la bocaza de Ndongo. Yo me pregunto por qué se vienen a España a quejarse de lo que deberían quejarse en sus países de origen. ¿No sería más normal que se fuera a su país a enfrentarse a su presidente y demandarle lo que demanda en España?
Pues es muy posible que no lo haga porque aquellos presidentes no son como los españoles. Aquí tanto los de izquierdas como los de derechas se aferran al sillón-sofá, Moncloa, porque les da el poder de hacer de negro Ndongo, cuando les da la gana. Y eso, los españoles, no deberíamos consentirlo. Como venirse a otro país europeo a quemar coches... habiéndoles lanzado en patera desde el suyo. Porque, señores, señoras, están -lo queramos o no-, bien diferenciados los países unos de otros. Por eso sabemos de qué parte somos cada cual... menos los negritos que les advierten que deben mentir a la policía para que no puedan enviarles de vuelta. -Desconociendo el país no pueden retornarles-. A lo que denominan los "buenistas de ONG": la puerta giratoria. A estos buenistas de ONG me gustaría verles en las fronteras obedeciendo las órdenes de sus superiores.
Total, que...
Ndongo va a tener que cerrar la cremallera para que, -como dije ayer-: no le salgan las moscas.
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