escaño de países más listos del mundo. Y no rebajaremos esa estadística hasta que caiga la cifra del 33. Mientras los masones y su alto número de influencia en la pirámide que determina la sociedad española perduren en el tiempo..., en España nunca dejaremos esa posición de mal agüero. Nunca debimos dejar que los Castro nos castigaran con esa posición de países influenciados por la masonería. Que no es otra cosa que un calificativo de aquellos países influenciados, dirigidos intestinamente, por los masones. Cada país del mundo está calibrado bajo un escalón que sube a la cúspide de la pirámide. Desde el 1 base, hasta el 33. No por ser el número más alto supone mayor conocimiento. Recordemos que Jesús fue sacrificado a los 33 años. A medida que cumplía años más perseguido por los sacerdotes. La influencia del Sanedrín se iba imponiendo sobre el cuerpo de Jesús. A los paises les pasa lo mismo. España está bajo el influjo del número 33 y nuestras capacidades están mermando a pasos agigantados. La influencia ejercida por otros países hacen de España una posible ofrenda de sacrificio. Estos cambios políticos, religiosos y de conocimiento... están a años luz de poder decir que los universitarios son gente inteligente o intelectualmente bien preparada. Lo único de que disponen es de un papel que les emplaza a ocupar plaza y asistencia, en un edificio llamado Universidad, por tiempo indefinido. Nada más. Y que tienen derecho de aprobar por pagar los estudios. ¿Si fueran gratuitos se graduarían tantos alumnos? En la UPV, no. La Universidad nivela los alumnos entre aprobados y suspensos. Si todos aprobaran adiós profesorado. Estaría tocándose las bolas meses hasta que entraran nuevas remesas. El profesorado tiene que justificar que trabaja. ¿Y los de formación profesional (FP)?: Carne de calle.
sábado, 1 de febrero de 2020
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