Sheila Jeffreys, doctora, académica y autora TERF, durante un discurso en la Conferencia en homenaje a Andrea Dworkin en el Centro de Estudios de Justicia de la Universidad de Oxford...
:--Hoy en día, estamos invadidas por el conocido como fenómeno Frankenstein, no solo en forma de mito religioso, sino como su prole, la tecnología falocrática. El insano deseo por el poder y la locura por la transgresión de fronteras son la seña de los necrófilos, aquellos que sienten carencia de su alma, espíritu y amor por su propia existencia y de esta manera tratan de quebrantar y asesinar toda su espiritualidad, sustituyéndose por cachos de cadáver. Esta invasión o supresión necrófila tiene múltiples formas, una de ellas es la transexualidad.
De aquellos polvos estos lodos...
:--No confundáis mis palabras: creo que las personas transgénero, incluyendo a aquellas que han efectuado su transición, están viviendo unas vidas reales y auténticas. Debemos admirar esas vidas, no ponerlas bajo lupa. Sus decisiones médicas deben pertenecer única y exclusivamente a ellas. Lo que escribí hace décadas no es reflejo de lo que hoy conocemos, ya que paulatinamente abandonamos las categorías binarias de «masculino» y «femenino» y comenzamos a vivir a lo largo del amplio espectro humano de identidad y expresión.
Sin embargo, las ideas defendidas por el movimiento TERF consiste en: (Solo son mujeres quienes nacen con ese género asignado y lo contrario desvirtúa el movimiento LGBI).
Alicia Rubio, de VOX, está con el movimiento TERF por su oposición a la transexualidad. No entiendo porqué no va en contra de la bisexualidad.
Lo que empezó siendo un conjunto de siglas que aglutinaban a cada movimiento sexual...: está terminando siendo un galimatías que solo servirá para tiro al blanco o pichón.
Todo movimiento comienza con una débil llama que va en progresión hasta que llega alguien y apaga el fuego. Adiós movimiento guarrindongo.
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