¿Os acordáis? Eran aquellos de la farándula, de la vida fácil, alegre, y cobrando un pastón de la izquierda. Ramoncín, Víctor Manuel y Ana Belén, los Bardem... un entramado de buenas bocas y dedo en la ceja. Cada vez que veían a Zapatero elevaban el dedo a la ceja. Miembros del Ojo que todo lo ve. Línea de la Orden de los Caballeros de Colón. Órdenes y miembros de familias ricas poseedoras de una moneda que vendió o compró a Jesús. Son los Judas del siglo XXI, aunque su estirpe viene de aquellos entonces.
Estas 30 familias son las que controlan todos y cada una de las grandes empresas, empresarios emblemáticos, distinguidos dirigentes, multinacionales, mafias varias, cine y Tv. Los que mueven los hilos y pronostican quien vive y quien muere. Debemos saber que entre ellos también se matan unos a otros si ven que no cumples lo pactado. Son pactos de sangre y si no es la tuya lo pagan con tu familia. El Vaticano hace lo mismo. Es una de las 30 familias que controlan el planeta.
Por eso me sorprende que estemos viendo o mirando a ver quien gobierna o no un país...; de normal: predeterminado. Lo determinan ellos. Y ahora vemos como Italia, España, Portugal, Grecia, Inglaterra... etcétera, vamos con el pijo sacado porque lo que no quieren es que nos relajemos; no quieren que vivamos tranquilos y a la sopa boba. Solo ellos tienen ese poder.
¿Sabemos los jubilados, los pensionistas, los que pueden viajar, a qué hoteles entramos cuando nos dirigen con la carta de rigor?
Pues vamos a sus hoteles. Ellos nos regalan el dinero (porque lo consideran suyo por mucho que hayas trabajado) y vas a gastártelo a sus hoteles, a sus salas de fiestas, a sus dominios masones.
Pero como vivimos acostumbrados a no pensar, a no cavilar por qué de tanta generosidad, pues nos desahogamos tragando mierda empaquetada en esos hoteles de todo a 100.
Pero venimos contentos y deseosos de volver a repetir faena cuantas veces sean necesarias (ya son cinco las veces que puedes viajar por el INserSo) a engordar las arterias y rebajarlas con pastillas. Un engorde caro y un desgaste de salud considerable.
Pero venimos contentos y deseosos de volver a repetir faena cuantas veces sean necesarias (ya son cinco las veces que puedes viajar por el INserSo) a engordar las arterias y rebajarlas con pastillas. Un engorde caro y un desgaste de salud considerable.
¡Qué barato viajar por el Inserso!
¿Desde cuándo te gastas tú 300 o 400 euros por comer diez días en tu casa? Acuérdate que ese mes sigues teniendo el gasto de la casa 20 días más a finalizar el mes. Un gasto duplicado.
¡Qué buenos son nuestros masones!
¡Qué buenos son nuestros masones!
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