pues eso es lo que debe pensar esta mujer cuando la provocan a asistir a eventos en los que considera que no son de su incumbencia. ¡Pero, claro, como el Rey asiste a la entrega de la copa de él mismo, ahora ella, debe entregar la copa a las féminas! ¿Por qué? ¿Es tan importante el fútbol que hay que implicar a la monarquía en sus causas? ¡Pero si el fútbol es el mejor sistema de control mental que existe -junto con la Iglesia- y el de mayor fraude fiscal y resulta que hay que enrocar a la monarquía en esos trapicheos multimillonarios y mafiosos! No doy pábulo.
Tenemos una casta política que multiplica sus incompetencias al ciento por ciento y enrolamos a la reina en otro proceso judicial al tiempo. Porque todos estos eventos vienen acompañados de fresco aroma a fraudes y meandros varios. Bien;
como ya no es tiempo, ha quedado la Federación Española de Fútbol Femenino que sea para el año próximo el señalado para que se formalice la entrega de la copa femenina de manos de la Doña. La copa de la Reina. Por favor, ¡qué paso tan gigante para las niñas! A esto debió referirse Neil Armstrong cuando pisó la Luna.
Pues, nada, nada...
Ahora lo mejor es poner fútbol femenino entre medio de fútbol masculino, o, ¿es a la inversa?...
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