Años ha que apareció el niño bonito producto de la Agencia de Inteligencia Española. Estuvo recorriendo platós a cascoporro, llevándose la pasta a porrillo y dejando a moco de pavo a algunos policías, políticos y gente de mal vivir. Hasta fue denunciado y salió victorioso de aquellos plantes. Era de normal cuando en su haber tenía la concordia de Aznar y hasta del Rey.
Ahora nos sale otro niño bonito diciendo que él estuvo tentado -por el CNI- de afiliarse a las filas de agentes secretos. Es tan inteligente el muchacho que desestimó el ofrecimiento y se enroló en la tv. que, como Rufián, las trifulcas le dieron audiencia, y un modo más positivo o menos peligroso de ganarse el pan.
Este es Risto Mejide. Hombre valeroso donde los haya y muy apreciado por el Opus Dei. Estuvo apunto de engrosar las líneas religiosas del Vaticano pero bastaron las italianas para hacerle cambiar de faldas.
¡Qué pena no haber elegido lo de agente secreto al servicio de Santamaría, hoy estaría espiando para la Logia p2!
Por todo ello no me extraña y ahora menos, que el CNI está de capa caída y se le escapan los malos (casta política catalana) y no ve venir a los yihadistas (amigos de la casta política catalana.)
¡Veamos cuándo España toma las medidas oportunas contra los inmigrantes! Porque a este paso nos estamos convirtiendo en el país pro extranjería y pro golpistas yihadistas. Porque como bien dijo el Cardenal Cañizares: "cuidadín, cuidadín, con los que vienen camuflados de buenas personas".
Total...:
Ya ni los agentes secretos son como Mortadelo y Filemón, ni como Simon Templar el Santo. Son agentes de ocasión. Se enrolan lo justo para vaciar dosier, como los camareros se ajustan a la saison estival.
Esto podría haberse ajustado a las necesidades del servicio secreto y luego, disfrute contándolo porque no habrá nadie que se lo crea. Como dio paso al pequeño Nicolás e intenta hacer curriculum Risto...¡Ya no saben qué hacer o decir para seguir viviendo del cuento!...
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