Cinco años y 8 meses de cárcel en esta prisión de 450 metros cuadrados para él solo.
¿Qué pretenden, que se asfixie?
No hay derecho que este pobre hombre esté solo en tanto espacio y sin nadie con quién jugar al fútbol sala.
Tengo conocimiento de que ha pedido a su cuñado le haga el favor de levantarle el castigo de no mirarle, de no hablarle... y le permita entretenimientos para su aburrimiento. Por ejemplo le envíen a Torra y a Puigdemont, a Mas y a Pujol. Al menos tendría paritarios para hablar de lo que a ellos les gusta más...: de latrocinios. Se podrían dedicar a escribir novelas de género negro.
¡Menos mal que la Ley es para todos igual!
Ya veo que hasta para eso tienen su distinción de clases. No le veremos, seguro, rodeado de chorizos callejeros, drogatas, y hablando con ese deje y carraspeo de consumidor de vino Don Simón.
No.
Estoy seguro que no le veremos de centro de atención de la chusma: reos sin clase ni talento.
Cada vez me confirmo o reafirmo más en que Dios no existe ni en el espacio ni en la tierra. Ni está de vacaciones en Benidorm, ni acostándose con putas rumanas...
Simplemente..., no existe.
Ya ni el Papa nos hace dudar de semejante incertidumbre. Franc lo ha dicho: Dios no existe. Y, yo, le creo. Y le creo porque de ser verdad él no sería Papa, ni estaría formando grupo con ese atajo de cucarachas negras que forman la curia, ni habría un Vaticano, ni estarían ociosos tocándose los huevos por los grandes pasillos y salas, haciéndose pajas frente al ángel coloreado de rosita y con la cola al aire. Porque los curas son puteros, pedófilos y asesinos.
No.
No hay Dios, ni nada que se le parezca.
Solo una congregación de viejos caducos que se inflan a reír de vernos morder el polvo día sí y otro también. De tantas tonterías que hacemos y decimos, y de tanto bobo del culo que aún cree en el individuo que tiene al lado.
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