será Israel quien nos libere de la presencia infame de nuestro presidente en disfunciones, Sánchez, alias El Guapo.
Netanyahu, que más parece la Vieja del Visillo, se ha propuesto poner las pilas alcalinas a un Sánchez con relaciones sexuales con Mohamed, y el problema está en lo que nazca: no estamos mentalizados para proponerle como califa de las dos tierras. Bien es cierto que sería un niño con muchas madrinas y la que más... Yoli, La Tucán. La que menos sería su abuela María Jesús Montero (le daría miedo al bebé poniendo esas caras tan raras de señora tarada).
La cuestión es que Sánchez ha estado firmando la venta de España, españoles incluídos, y el rey no da orden de alzamiento militar contra los asaltaestados, los etarras, los marroquíes, los magrebíes y todos aquellos que están por las calles haciendo una guerra de conquista. Y una exposición de arrepentidos pecadores: con tanto golpe de pecho. La islamización es una lacra para cualquier país del planeta.
España es de los españoles y de nadie más. El que no este de acuerdo puede elegir alguno de los cuatro puntos cardinales de la brújula. Creo que en el Polo Norte hay espacio para tanta energía que enfriar.
¿Españoles!
No nos dejemos engatusar por el buenismo con la que la izquierda nos quiere regar. Como no sabemos qué es lo que ha firmado Sánchez con Mohamed, estamos a un quid pro quo en fase de valorar.
¡En menudos meandros nos ha metido esta caterva de insignes señorías de pan pringao!
Un saharaui que habla por boca de cristiano.
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