En Suiza conocí una propuesta de aumento de sueldo a los trabajadores suizos y lo primero que preguntarón los trabajadores fue: ¿De dónde vas a sacar el dinero para el aumento de sueldo? Si va a ser a base de préstamos que nos endeuden... no queremos que nos lo suban.
Los españoles debemos ser lo suficientemente intelectuales para hacerles las mismas preguntas a estas deslenguadas mujeres de izquierdas que no miran más... que el de presumir si la propuesta presentada les suma puntos y les pone medalla.
Si los dineros tienen que salir de las empresas con rebajada de jornada laboral... es posible que no estén dispuestos a pagar lo mismo y, en algunos casos, como en las pymes se les complique mucho hacer caja suficiente con reducción de horario laboral. En estos casos se les obliga a las empresas pequeñas al cierre y a las grandes un sobreimpuesto que les obligará a despedir trabajadores para compensar las entradas de ventas.
Todo este binomio solo se les ocurre a personajes como Yoli, alias la Tucán, y a sindicatos que tendrán que cerrar sus puertas por falta de riego: en cuotas, por falta de trabajadores sindicados. UGT ya tuvo momentos de gloria cuando sus propios trabajadores internos hicieron huelga para poder cobrar del mismo sindicato. Como para fiarte de estos sindicatos apaniaguados por los políticos de turno. Y, aquí entra también, el PP y sus mordidas de 45 millones al año para UGT y otros 45 milloncejos para CCOO. Si el PP tuviera vergüenza dejaría de huntar a estos sindicatos verticales y les haría cerrar sus puertas por vagancia y consumidores de ácido úrico por culpa del marisco.
A este personaje, hija de sindicalista, no debemos hacerle la menor de los casos. Pretende situarnos en los años 50 y creo que ya hemos crecido, los trabajadores, para que nos vengan con hostias.
Hay qué saber de dónde salen las proposiciones desonestas. Y de ellas negarlas todas, por muy bonita que nos las pinten.
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