y fuego en las montañas... hemos tenido a nuestro querido presidente como si con él no fuera los efectos del "cambio climático" que tanto cacarea por la zona rural de nuestra querida España. Y, en un arrebato de salvaje "ansia ciega", se nos fue a reponerse a Andorra: cuna de todo el dinero arrebatado, robado, acumulado, por él y sus socios del <<3 por cien>>, catalá.
Aquí tenemos la fórmula de limpiar (por 200.000 euros al año) la maraña política antinacional de la mano de su servidora la señora Pepa Bueno: elegida para darle limpieza y brillo al desgastado monumento que fuera el buenorro (para Ursula von der Leyen)Sánchez. No es de estrañar que periodistas de partido sean elegidos y llevados a la pantalla televisiva para que el entrevistado (en este caso la máxima estrella: Sánchez) se sientan seguros y relajados a sabiendas de que las preguntas son hechas vonforme a formato político. Y qué mejor lugar para la representación que las cámaras en RTVE.
El sanchismos está acabado; como acabado está el comunismo que con tantos muertos estuvo sobre la faz de la tierra. Sin embargo él cree que no. Que su momento de gloria aún está por verse. Y me da que ha dejado de mirarse al espejo con regularidad y no se ha dado cuenta de que su vida sexual, grupal, le esta llevando a unos derroteros malsanos. El sanchismo ha muerto y lo que va quedando es el estertor, el último suspiro, del difunto.
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